Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y del CSIC ha identificado una nueva proteína en sangre, EPAC1, como marcador sensible y específico de enfermedad arterial coronaria (EAC) grave. Los resultados, publicados en la revista internacional Journal of Translational Medicine, abren la puerta a nuevas herramientas para mejorar el diagnóstico precoz y la estratificación de riesgo de esta enfermedad, que sigue siendo una de las principales causas de muerte en el mundo occidental.
El estudio, liderado por la Dra. Vicenta Llorente-Cortés del grupo Lípidos y Patología Cardiovascular del Instituto de Investigaciones Biomédicas de Barcelona del CSIC (IIBB-CSIC), del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), y del CIBERCV, se centró en la búsqueda de proteínas circulantes directamente relacionadas con los procesos celulares que tienen lugar en las arterias coronarias durante la progresión de la aterosclerosis. En particular, los investigadores analizaron el comportamiento de las células musculares lisas vasculares (VSMC, por sus siglas en inglés), que en fases avanzadas de la enfermedad se transforman en células espumosas (foam cells) dentro de las placas arteriales.
Gracias a técnicas de proteómica de alta resolución, el equipo identificó que la proteína EPAC1 (Exchange Protein directly Activated by cAMP 1) se secreta en menor cantidad por estas células cuando están sometidas a condiciones de hipoxia, como ocurre en el entorno de las placas ateroscleróticas avanzadas. Posteriormente, midieron los niveles de EPAC1 en sangre en una cohorte de 202 pacientes con sospecha de EAC, demostrando que los niveles más bajos de esta proteína se asocian de manera significativa con una enfermedad más extensa y grave.
«Lo más relevante es que EPAC1 refleja un mecanismo muy específico de las fases avanzadas de la enfermedad coronaria, no solo un proceso inflamatorio inespecífico», explica el Dr. Eduardo García, investigador del IR Sant Pau y primer autor del estudio. «Esto nos da una herramienta diagnóstica potencial con mayor precisión y especificidad que los biomarcadores actualmente disponibles».
En los análisis estadísticos, EPAC1 demostró una capacidad predictiva superior a la de biomarcadores ampliamente usados como la troponina T de alta sensibilidad (hs-TnT) o la proteína C reactiva ultrasensible (hs-CRP). Un valor de corte de 9,16 ng/mL permitió distinguir con buena sensibilidad y especificidad a los pacientes con afectación coronaria severa, medida mediante el índice de afectación segmentos (Segment Involvement Score, SIS) a través de tomografía computarizada.
Además, los investigadores confirmaron en estudios celulares que la hipoxia reduce la expresión de EPAC1 tanto con respecto al ARN mensajero como de proteína en células musculares lisas transformadas en células espumosas, lo cual da solidez biológica al hallazgo clínico.
«El hallazgo de EPAC1 como biomarcador no solo tiene valor diagnóstico, sino que nos permite entender mejor los procesos patológicos que ocurren en las arterias durante el desarrollo de la aterosclerosis», afirma la Dra. Vicenta Llorente-Cortés. «En un futuro próximo, podríamos incorporar su medición en algoritmos clínicos que ayuden a identificar a los pacientes con enfermedad más avanzada que necesitan una intervención más precoz o intensiva».
Los autores destacan que será necesario validar estos resultados en estudios multicéntricos y poblaciones más amplias, así como explorar si los niveles de EPAC1 en sangre se correlacionan con eventos cardiovasculares a largo plazo, como el infarto de miocardio o la muerte súbita.
El desarrollo de este proyecto ha sido financiado por los proyectos FIS PI21/01523 y FIS PI24/00618 del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) y cofinanciados por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER). El grupo también participa en las Redes de Investigación (Enfermedades Metabólicas y Cáncer RED2018-102799-T), un proyecto financiado por el MINECO. Además, el grupo está reconocido por la Generalitat de Catalunya (2021 SGR 00834).
García E, Claudi L, La Chica Lhoëst MT, Polishchuk A, Samouillan V, Benítez Amaro A, Piñero J, Escolà-Gil JC, Sabidó E, Leta R, Vilades D, Llorente-Cortés V. Reduced blood EPAC1 protein levels as a marker of severe coronary artery disease: the role of hypoxic foam cell-transformed smooth muscle cells. Journal of Translational Medicine. 2025;23:523. https://doi.org/10.1186/s12967-025-06513-3