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La combinació de carvedilol i simvastatina millora el control de la hipertensió portal i els marcadors inflamatoris en pacients amb cirrosi

25/11/2025

La combinación de carvedilol y simvastatina mejora el control de la hipertensión portal y los marcadores inflamatorios en pacientes con cirrosis

Investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) han llevado a cabo un ensayo clínico que demuestra que la combinación de dos fármacos ampliamente disponibles, carvedilol y simvastatina, mejora de forma significativa el control de la hipertensión portal en pacientes con cirrosis hepàtica.

El trabajo, publicado en la revista científica Hepatology tiene como primeras firmantes a la Dra. Edilmar Alvarado y la Dra. Anna Brujats, y como investigador senior al Dr. Cándido Villanueva, investigadores del grupo de Patología Digestiva del IR Sant Pau y hepatólogos del Hospital de Sant Pau. Así mismo, el equipo de colaboradores incluye investigadores del grupo de hepatología del Hospital Sant Pau —Dra. Berta Cuyás, Dra. María Poca, Dr. Xavier Torras y Dra. Angels Escorsell, entre otros—, investigadores de inmunología experimental —Dra. E Cantó—, farmacia —Ainhoa Rodríguez Arias— y bioquímica —Álvaro García-Osuna—.

La investigación parte de una necesidad clínica clara: encontrar nuevas estrategias que reduzcan eficazmente la presión portal en personas con cirrosis avanzada. Según la Dra. Alvarado, «estos pacientes siguen teniendo un riesgo muy elevado de hemorragia digestiva, entre otras complicaciones de la hipertensión portal, incluso con el tratamiento estándar, y necesitábamos explorar opciones sencillas que pudieran mejorar su pronóstico».

¿Qué es la hipertensión portal y por qué es importante?

La cirrosis es una enfermedad en la que el hígado se va endureciendo y cicatrizando, dificultando la circulación de la sangre a través de él. Como consecuencia, la sangre que llega desde el aparato digestivo por la vena porta encuentra más resistencia para atravesar el hígado y la presión en este gran vaso aumenta de forma anormal. Este fenómeno, conocido como hipertensión portal, es uno de los principales responsables de las complicaciones de la enfermedad hepática avanzada.

Cuando la presión portal es demasiado alta, se forman venas dilatadas en el esófago y el estómago —las llamadas várices— que son muy frágiles y pueden romperse, provocando hemorragias digestivas potencialmente mortales. Además, la hipertensión portal contribuye a la acumulación de líquido en el abdomen o ascitis y a problemas renales. Reducirla de manera significativa se ha demostrado clave para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.

En la práctica clínica, esta presión se mide mediante el gradiente de presión venosa hepática (GPVH), un procedimiento que permite cuantificar de manera fiable la gravedad de la hipertensión portal y evaluar si un tratamiento farmacológico está siendo efectivo.

Los tratamientos disponibles y sus limitaciones

Para prevenir las hemorragias digestivas, se utilizan desde hace décadas los betabloqueantes no selectivos, como el propranolol o el nadolol, que disminuyen el flujo sanguíneo que llega al hígado. Sin embargo, en muchos pacientes estos fármacos no logran reducir suficientemente la presión portal.

En los últimos años, el carvedilol ha demostrado ser más eficaz porque, además de bloquear los receptores beta, también actúa sobre los receptores alfa-1 de los vasos sanguíneos. Esta doble acción produce una mayor relajación de los vasos intrahepáticos, reduciendo con más intensidad la resistencia al paso de la sangre.

Aun así, en un porcentaje importante de pacientes tratados con solo carvedilol, tampoco se consigue el objetivo de reducción de presión portal. La Dra. Alvarado explica el razonamiento del equipo: «Sabíamos que las estatinas podían mejorar la función de los vasos sanguíneos y reducir la inflamación en el hígado. Pensamos que, administrándola junto a carvedilol, podríamos conseguir un efecto complementario y aumentar la eficacia del tratamiento con mayor reducción de la presión portal».

Aunque existen varias estatinas disponibles, se eligió simvastatina porque es la que cuenta con más estudios previos en cirrosis, donde había demostrado mejorar la función de los vasos sanguíneos del hígado y hacerlo de forma segura.

Un ensayo clínico diseñado para responder a una necesidad no cubierta

Con esta hipótesis, el equipo de Sant Pau puso en marcha un ensayo clínico aleatorizado, doble ciego y controlado con placebo. Se reclutaron 82 pacientes con cirrosis avanzada y varices de alto riesgo, todos ellos con una respuesta insuficiente a los betabloqueantes tradicionales.

Primero se confirmó que la presión portal no había descendido lo suficiente con los tratamientos clásicos. A partir de ahí, todos los pacientes comenzaron a recibir carvedilol y fueron asignados de manera aleatoria a añadir simvastatina o un placebo durante 4 a 6 semanas, sin que ni los médicos ni los pacientes supieran qué recibía cada uno.

El impacto del tratamiento se midió a través del GPVH. Además, los investigadores realizaron mediciones tras un suplemento alimenticio, un momento en el que la presión portal suele aumentar y el riesgo de sangrado se intensifica, para comprobar si la combinación podía controlar mejor este efecto. También se recogieron muestras de sangre para analizar citocinas inflamatorias y marcadores de estrés oxidativo, con el fin de evaluar si los beneficios se extendían más allá de la reducción de la presión portal.

«Diseñamos el estudio pensando en situaciones que reflejaran lo que ocurre en la vida real del paciente con cirrosis, desde el impacto de la comida hasta los procesos inflamatorios que acompañan a la enfermedad», señala la Dra. Alvarado.

Un paso adelante en la prevención de hemorragias digestivas

Los resultados confirmaron la hipótesis inicial. Tanto carvedilol solo como la combinación con simvastatina lograron reducir la presión portal, pero la disminución fue significativamente mayor en el grupo que recibió los dos fármacos. En términos absolutos, el GPVH pasó de 18,6 a 15,7 mmHg con la combinación (frente a una reducción de 18,9 a 16,9 mmHg con placebo).

Además, un 37 % de los pacientes tratados con carvedilol más simvastatina alcanzaron una reducción clínicamente relevante de la presión (≥ 20 %), frente a solo un 15 % en el grupo control. La combinación también atenuó el incremento de la presión portal tras el suplemento alimenticio (12 % frente al 23 %) y redujo de manera más marcada varios marcadores inflamatorios en sangre. Todo ello con una buena tolerancia y una incidencia de efectos adversos similar en ambos grupos.

Para la Dra. Alvarado, estos hallazgos son prometedores: «Es una estrategia sencilla, con fármacos económicos y ampliamente disponibles, que podría tener un impacto real en la prevención de las descompensaciones asociadas a la hipertensión portal».

Este estudio abre la puerta a nuevas estrategias terapéuticas en la cirrosis. Será necesario confirmar estos resultados en ensayos más amplios y evaluar el efecto a largo plazo en la prevención de hemorragias y la supervivencia de los pacientes. Pero, según concluye la Dra. Alvarado, «hemos demostrado que incluso con tratamientos ya conocidos, si los combinamos de manera eficaz, podemos dar un paso adelante en el cuidado de los pacientes con cirrosis».

Artículo de referencia:

Alvarado-Tapias E, Brujats A, Puente A, Ardevol A, Rodriguez-Arias A, Fajardo J, Pavel O, Garcia-Guix M, Aracil C, Poca M, Cuyàs B, Cantó E, Montañés R, Garcia-Osuna A, Escorsell À, Torras X, Villanueva C. Hemodynamic effects of carvedilol plus simvastatin in cirrhosis with severe portal hypertension and suboptimal response to β-blockers: A double-blind, placebo-controlled, randomized trial. Hepatology 2025;82:140–54. https://doi.org/10.1097/HEP.0000000000001148

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