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ImproCiencia 2025

14/11/2025

El humor y la ciencia comparten escenario en ImproCiencia para reflexionar sobre el envejecimiento

La Sala Francesc Cambó de Sant Pau se llenó de público y de risas con ImproCiencia. Envejecer con sentido del humor, una propuesta que unió la investigación biomédica y el teatro de improvisación para abordar, con un lenguaje cercano y lúdico, cuestiones clave sobre la salud y el envejecimiento. La actividad, que desembarca por primera vez en Barcelona, se enmarca en la Semana de la Ciencia y ha sido organizada, en su séptima edición, por el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y el Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER). El evento, dirigido especialmente en esta ocasión a adultos mayores (más de 65 años), tuvo una gran acogida, logrando reunir a más de 180 personas.

El espectáculo combinó el talento de los actores de la compañía ImproIMPAR con la participación directa de investigadores e investigadoras del IR Sant Pau, que también pertenecen al CIBER, que aportaron rigor científico y experiencia clínica a cada una de las escenas. La iniciativa forma parte del trabajo conjunto de las Unidades de Cultura Científica y de la Innovación (UCC+i) de ambas instituciones, que amplían su colaboración más allá de la investigación para compartir también la divulgación, reforzando el compromiso común de acercar la ciencia a toda la sociedad a través de formatos innovadores. El objetivo era demostrar que la ciencia puede comunicarse de una manera diferente, capaz de hacer reflexionar, emocionar y divertir al mismo tiempo.

«ImproCiencia demuestra que la investigación puede explicarse de muchas maneras, y que la ciencia también puede emocionar y hacer reír», afirmó el Dr. Jordi Surrallés, director del IR Sant Pau y miembro del CIBER, quien subrayó «la excelente acogida de un formato que acerca la investigación a la ciudadanía con naturalidad y cercanía». Según el Dr. Surrallés, iniciativas como esta «refuerzan la misión de Sant Pau y del CIBER de acercar la investigación a la sociedad, haciéndola accesible y significativa para todos, y resaltando el trabajo de los investigadores e investigadoras que dedican su labor a mejorar la salud de las personas».

Cuatro historias sobre salud, envejecimiento e investigación contadas con humor

A través de cuatro escenas teatrales inspiradas en distintos ámbitos de la salud, el público pudo participar activamente y descubrir cómo la investigación puede ayudar a entender y prevenir algunas de las principales enfermedades asociadas al envejecimiento.

La Dra. Idoia Genua y el Dr. Alex Mesa, del grupo de Endocrinología, Diabetes y Nutrición, hablaron sobre la diabetes tipo 2, una enfermedad crónica muy frecuente, pero controlable si se detecta a tiempo y se realiza un buen seguimiento médico. En su escena, el público fue tomando decisiones que modificaban el rumbo de la historia y evidenciaban cómo los hábitos de vida influyen directamente en la salud metabólica. «El mensaje que queríamos transmitir es que la diabetes tipo 2 puede prevenirse y controlarse», explicó la Dra. Idoia Genua, quien destacó la importancia de mantener una alimentación equilibrada y de mantenerse activo para reducir el riesgo de complicaciones.

Los investigadores aprovecharon la interacción con el público para desmontar falsos mitos y recordar que perder entre un 5 y un 10 % del peso corporal mejora notablemente el control de la enfermedad. «Cada paciente es diferente, y por eso el tratamiento debe ser como un traje a medida que se adapte a sus necesidades y a la evolución de la enfermedad», añadió el Dr. Alex Mesa. La escena concluyó con una segunda versión de la historia que mostraba cómo la prevención y los buenos hábitos pueden cambiar el curso de la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Por su parte, la Dra. Elena Cortés, del grupo de Enfermedades Neuromusculares, centró su intervención en la miastenia gravis, una enfermedad rara, crónica y autoinmune que afecta la transmisión del impulso nervioso a los músculos y provoca debilidad y fatiga. Mediante una escena con participación del público, los actores recrearon las dificultades cotidianas de las personas que conviven con esta patología y cómo el apoyo médico y social puede marcar la diferencia.

La investigadora explicó que esta enfermedad puede aparecer a cualquier edad y que, aunque no tiene cura, los tratamientos actuales permiten mantener una buena calidad de vida si el diagnóstico es precoz. «Es fundamental reconocer los primeros síntomas —como la caída de los párpados o la dificultad para hablar o masticar— para actuar a tiempo y evitar complicaciones graves», subrayó la Dra. Cortés.

La escena más emotiva llegó con la intervención de Érika Sánchez, investigadora predoctoral del grupo de Neurobiología de las Demencias, dedicada al estudio del Alzheimer. A través de un relato simbólico, con un “personaje-enfermedad” que iba limitando progresivamente las acciones del protagonista, la investigadora explicó cómo la enfermedad daña las neuronas debido a la acumulación de proteínas beta-amiloide y tau, lo que provoca la pérdida de memoria y de capacidades cognitivas.

«El Alzheimer no solo afecta a la memoria, sino también a la identidad y a la relación con los demás», destacó Érika Sánchez durante su intervención, insistiendo en que la investigación es «una herramienta esencial para comprender mejor la enfermedad y encontrar estrategias de prevención». La escena finalizó con un mensaje de esperanza, destacando el papel de la prevención a través del ejercicio, la dieta mediterránea, el descanso y la vida social activa como claves para proteger el cerebro.

Para cerrar el espectáculo, el Dr. Jose Maria Guerra, jefe del grupo de investigación de Cardiología Clínica y Traslacional, transformó la divulgación en un auténtico late night televisivo. Con humor y ritmo, repasó cómo ha evolucionado la visión de las enfermedades cardiovasculares, que han pasado de considerarse inevitables a entenderse como patologías prevenibles. El cardiólogo recordó que estudios como el de Framingham demostraron que factores como el tabaquismo, la hipertensión o la diabetes son modificables y que la prevención comienza mucho antes del primer síntoma. También describió los avances recientes en diagnóstico y predicción del riesgo, como los biomarcadores, la genética o la inteligencia artificial, que permiten una medicina más personalizada.

«Las enfermedades cardiovasculares no son una consecuencia inevitable del envejecimiento; hoy sabemos que la prevención y la investigación han cambiado por completo la forma de afrontarlas», destacó el Dr. Guerra, quien animó al público a cuidar el corazón desde la juventud.

La divulgación como puente entre la ciencia y la ciudadanía

El espectáculo mantuvo la atención y la participación del público durante toda la sesión, con momentos de humor, emoción y aprendizaje compartido. El equilibrio entre la precisión científica y la creatividad escénica demostró que la investigación puede comunicarse más allá de los laboratorios y las aulas, convirtiéndose en un espacio de encuentro con la ciudadanía.

Desde el IR Sant Pau y el CIBER se valora la divulgación como parte esencial del trabajo científico, una herramienta que permite explicar los avances de manera comprensible y cercana. «Acercar la investigación a la gente es una parte esencial de nuestra misión como institución», concluyó el Dr. Surrallés, «y formatos como ImproCiencia permiten hacerlo de una manera dinámica, cercana y significativa».

El éxito de participación y la excelente respuesta del público consolidan ImproCiencia como una propuesta de referencia en divulgación científica, capaz de romper barreras entre el conocimiento biomédico y la vida cotidiana, y de ofrecer una nueva mirada sobre cómo envejecer con salud, curiosidad y sentido del humor.

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