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11/04/2023

Los síntomas no motores pueden aparecer entre 10 y 15 años antes que los motores en la enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson suele asociarse al temblor, la lentitud de movimientos, la rigidez… pero los síntomas no motores son primordiales en la evolución y la progresión de la patología y también en su inicio. De hecho, coincidiendo con el Día Mundial del Parkinson, los expertos de Sant Pau señalan que pueden preceder a los signos motores entre 10 y 15 años y que incluyen sobre todo pérdida olfativa, trastorno de conducta del sueño REM y trastornos del estado de ánimo, como depresión o ansiedad. El más grave afecta a la capacidad cognitiva del paciente.

«Es cada vez más importante reconocer la presencia de signos no motores», afirma el Dr. Jaume Kulisevsky, director de la Unidad de Parkinson y Trastornos del Movimiento del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau y del Grupo de Investigación de Parkinson y Trastornos del Movimiento en el IIB Sant Pau. «Sabemos que la enfermedad no debuta cuando aparecen los síntomas motores, sino antes. Y los síntomas no motores pueden incapacitar tanto o más que las afectaciones motoras. De todos ellos, lo más grave es lo que afecta a la cognición, no como en la enfermedad de Alzheimer, sino en forma de pérdida de velocidad mental, de la capacidad de concentración, que al paciente no le sale la palabra que está pensando. .. esto es muy característico en estos casos”, explica.

Sant Pau centra una parte importante de su actividad asistencial y de investigación en el deterioro cognitivo de los pacientes de Parkinson, donde tiene una gran experiencia. En asistencia, realiza estimulación cognitiva a través de la Escuela Clínica de Neuropsicología y Patología del Lenguaje y, entre otras iniciativas, cuenta con una coral de pacientes integrada por más de 30 personas. Además, es centro de referencia en la estimulación cerebral profunda de la enfermedad del Parkinson, una técnica que aplica desde hace 25 años y en la que fue pionero.

En investigación lleva a cabo diferentes proyectos de investigación: el IIB Sant Pau fue pionero en describir y diseñar herramientas específicas para evaluar la alteración cognitiva en Parkinson, como la escala Parkinsons’s Disease Cognitive Rating Scale (PD-CRS) que utilizan todos los estudios centrados en este ámbito; y promueve estudios ya sea de forma independiente o en colaboración con la industria farmacéutica. En este sentido, tiene previsto iniciar un proyecto de investigación independiente a finales de 2023 con el Instituto Carlos III de Madrid y coordinando a 21 centros de toda España.

El Parkinson, segunda patología neurodegenerativa más frecuente después del Alzheimer

Se calcula que 1 de cada 100.000 personas mayores de 60 años sufrirán la enfermedad de Parkinson. Es una patología crónica, progresiva y multisistémica. Los síntomas se agravan con el tiempo -aunque la evolución es muy variable entre los pacientes- y en las etapas tardías pueden aparecer complicaciones como fluctuaciones motoras y no motoras, discinesias (trastornos de los movimientos voluntarios y aparición de movimientos anormales involuntarios) , trastornos cognitivos y de la conducta.

Existen diversas causas que intervienen en la aparición de la enfermedad de Parkinson. Principalmente, la degeneración de las neuronas llamadas dopaminérgicas, que producen patrones anormales de activación nerviosa en el cerebro y causan un deterioro del movimiento. Pero también hay otras conocidas y desconocidas. Por ejemplo, “entre un 10% y 15% de las causas son genéticas -dominantes y recesivas- y estos casos suelen afectar a gente muy joven, alrededor de los 40 años e incluso menos. Estamos acostumbrados a que es una enfermedad de ancianos, a partir de los 60 años, pero también hay gente joven que la padece”, explica el Dr. Kukisevsky.

Sant Pau es centro de referencia en la cirugía del Parkinson desde hace 25 años

Hoy el Parkinson todavía no cuida, pero es una enfermedad que se puede tratar y hoy disponemos de diferentes terapias muy agradecidas y que mejoran significativamente la calidad de vida de los pacientes. El principal fármaco contra el Parkinson es la levodopa, que se transforma en dopamina y mejora de forma muy clara los síntomas, sobre todo los motores, y la calidad de vida de los pacientes. También disponemos de tratamientos para los síntomas no motores.

Aunque inicialmente existe una respuesta muy buena a la medicación, al cabo de los años pueden aparecer complicaciones: relacionadas con la progresión de la enfermedad y en forma de síntomas que ya no responden a la medicación, o relacionadas con el tratamiento, que son las fluctuaciones motoras y la respuesta a la medicación es muy buena, pero de corta duración.

Según el Dr. Kulisevsky, “en los últimos 25 años se han introducido nuevos tratamientos avanzados para aliviar las fluctuaciones y las discinesias: desde la administración de la medicación de forma continuada a través del intestino, es decir, abriendo un agujerito; hasta darla continuamente con una bomba de infusión a través de la piel; o la cirugía del Parkinson, que en muchos casos es la más eficaz y es el segundo gran hito en el tratamiento de la enfermedad después de la terapia con levodopa”.

La cirugía del Parkinson, que se lleva a cabo en pacientes muy seleccionados, con complicaciones motoras que no responden a la medicación, consiste en la implantación de electrodos en el cerebro -concretamente en el núcleo subtalámico- para controlar la actividad muscular involuntaria que provoca la patología . Todo esto con un abordaje multidisciplinar y con nuevas técnicas de imagen que permiten ser muy precisos en la colocación y control de los electrodos.

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