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Dr. Dabit Arzamendi i Dr. Chi-Hion Pedro Li

20/11/2025

Las mujeres tienen una válvula mitral más pequeña, pero se benefician igual que los hombres de la reparación percutánea de la insuficiencia mitral

Un equipo de cardiólogos del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y del Hospital Sant Pau, en colaboración con la Universitat Autònoma de Barcelona y el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Cardiovasculares (CIBERCV), ha analizado las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres con insuficiencia mitral tratados mediante reparación percutánea borde a borde, una técnica mínimamente invasiva que corrige el mal cierre de la válvula sin necesidad de cirugía.

El estudio, publicado en Revista Española de Cardiología, muestra que, aunque las mujeres presentan una válvula mitral de menor tamaño y con mayor grado de calcificación, los resultados clínicos son igual de favorables que en los hombres. Según el Dr. Chi-Hion Pedro Li, primer autor del trabajo, «nuestro objetivo era comprobar si existían diferencias anatómicas entre sexos y si estas podían tener un impacto real en los resultados de la reparación percutánea. Lo que hemos visto es que, a pesar de que las válvulas en las mujeres son más pequeñas (incluso tras ajustarse a la superficie corporal), las diferencias anatómicas no impactan en los resultados. Las mujeres se benefician del tratamiento en la misma medida que los hombres».

Una valvulopatía frecuente y de alto impacto

La insuficiencia mitral es una de las enfermedades valvulares más comunes y una causa importante de insuficiencia cardíaca, especialmente en personas mayores. Se produce cuando la válvula mitral —que separa la aurícula izquierda del ventrículo izquierdo— no se cierra correctamente y parte de la sangre regresa hacia la aurícula, lo que obliga al corazón a trabajar más para mantener el flujo adecuado. Con el tiempo, este esfuerzo puede provocar dilatación cardíaca, fatiga y dificultad para respirar.

Hasta hace poco, la cirugía abierta era la única opción para reparar o sustituir la válvula. Sin embargo, muchos pacientes de edad avanzada o con otras enfermedades no pueden someterse a una intervención quirúrgica. Para ellos, la reparación percutánea de borde a borde (transcatheter edge-to-edge repair, TEER) ofrece una alternativa segura y eficaz.

Según el Dr. Dabit Arzamendi, autor senior de la publicación, «la reparación percutánea borde a borde ha cambiado radicalmente el manejo de la insuficiencia mitral. Permite tratar de forma segura a pacientes que antes no tenían una opción terapéutica viable, y en la mayoría de los casos consigue una reducción significativa de los síntomas y una mejora funcional inmediata».

Sin embargo, y a pesar de la alta prevalencia de esta enfermedad, las mujeres han estado tradicionalmente infrarrepresentadas en los ensayos clínicos sobre insuficiencia mitral, lo que ha limitado el conocimiento sobre sus particularidades anatómicas y sobre cómo responden al tratamiento. Este estudio ha querido llenar ese vacío y aportar una visión más precisa desde la práctica clínica real.

Diferencias anatómicas entre hombres y mujeres

El estudio incluyó 252 pacientes tratados entre mayo de 2012 y diciembre de 2023 por insuficiencia mitral grave y sintomática. De ellos, 78 eran mujeres (31 %) y 174 hombres (69 %). Las mujeres eran, de media, siete años mayores (82 frente a 75 años) y tenían una superficie corporal más pequeña (1,66 frente a 1,86 m²).

En cuanto al tipo de enfermedad, la insuficiencia mitral primaria —causada por un desgaste o deterioro de la válvula— fue más frecuente en mujeres (40 % frente a un 27 %), mientras que la forma secundaria, asociada a dilatación o disfunción del ventrículo izquierdo, predominó en hombres (57 % frente a un 40 %). Las imágenes cardíacas mostraron que las mujeres tenían una válvula mitral más pequeña y con mayor calcificación, lo que se traducía en un área de apertura menor (5,0 frente a 5,8 cm²) y valvas más cortas.

La calcificación del anillo mitral, una especie de endurecimiento del tejido que rodea la válvula, fue tres veces más habitual en mujeres (32 % frente a un 10 %). A pesar de estas diferencias, el procedimiento tuvo el mismo éxito en ambos sexos: en el 96 % de los casos, la insuficiencia mitral se redujo a niveles leves o moderados, sin más complicaciones en mujeres. La única diferencia técnica fue un gradiente mitral ligeramente superior en mujeres (3,0 frente a 2,0 mmHg), atribuible al menor tamaño y la mayor rigidez de la válvula, pero sin impacto en la eficacia ni en la evolución clínica.

Mismo beneficio clínico, pese a la anatomía diferente

Los investigadores subrayan que las diferencias anatómicas entre sexos no se tradujeron en peores resultados clínicos. La reparación percutánea fue eficaz y segura en todos los casos, lo que confirma que esta técnica es válida para perfiles anatómicos diversos. Según el Dr. Chi-Hion Pedro Li, «la principal aportación de este trabajo es mostrar que, aunque el procedimiento tiene éxito en mujeres y hombres de forma similar, la anatomía mitral femenina —más pequeña y con mayor calcificación del anillo— condiciona un gradiente transmitral ligeramente superior tras la reparación. Esto nos invita a tenerlo en cuenta en la planificación de cada caso, especialmente al elegir el tipo de dispositivo y su número».

El Dr. Dabit Arzamendi añade que «nuestros resultados confirman que la reparación percutánea de borde a borde es una técnica segura y eficaz en ambos sexos. Sin embargo, conocer que el sexo femenino y la menor superficie corporal son factores asociados a un gradiente más alto puede ayudarnos a optimizar la selección del dispositivo y el abordaje durante la intervención».

El especialista destaca que esta información puede ser útil no solo para la práctica clínica actual, sino también para el desarrollo de nuevas generaciones de dispositivos de reparación mitral adaptados a las diferencias anatómicas entre hombres y mujeres. «Comprender estas particularidades anatómicas —añade Arzamendi— nos permite avanzar hacia una medicina más personalizada y de precisión, en la que cada paciente reciba el tratamiento más adecuado para sus características».

Implicaciones para la práctica clínica

Los resultados del estudio ofrecen una visión más detallada de cómo las características anatómicas propias de cada sexo pueden influir en la planificación del tratamiento. Incorporar esta perspectiva desde la evaluación inicial permitirá ajustar la estrategia del procedimiento a la anatomía de cada paciente, mejorar la selección del dispositivo y minimizar el riesgo de gradientes residuales.

Además, los hallazgos podrían servir para refinar los criterios de imagen utilizados en ecocardiografía y selección de candidatos, de modo que se tengan en cuenta las diferencias estructurales entre hombres y mujeres antes de la intervención. A medio y largo plazo, esta línea de investigación puede favorecer el desarrollo de dispositivos más versátiles y adaptables, capaces de ajustarse a válvulas más pequeñas o con mayor calcificación.

Para los investigadores de Sant Pau, avanzar en esta dirección supone consolidar una cardiología estructural más personalizada, en la que las decisiones terapéuticas se basen en las características anatómicas y fisiológicas de cada paciente. Este trabajo también refuerza el papel de la investigación clínica como herramienta para mejorar la equidad en salud y la representación equilibrada de hombres y mujeres en los estudios cardiovasculares.

Según el Dr. Chi-Hion Pedro Li, «durante décadas, la investigación en cardiología se ha basado mayoritariamente en poblaciones masculinas, por lo que comprender cómo el sexo y la anatomía influyen en los resultados de las terapias estructurales es clave para ofrecer tratamientos verdaderamente personalizados».

Además, el especialista subraya que este tipo de estudios clínicos y con seguimiento a largo plazo permiten trasladar el conocimiento científico directamente a la práctica asistencial. En su opinión, este enfoque integrador no solo favorece la calidad y seguridad de las intervenciones, sino que también contribuye a reducir desigualdades históricas en el ámbito de la salud cardiovascular.

Artículo de referencia:

Li C-HP, Asmarats L, Massó van Roessel A, Capellades H, Fernández-Peregrina E, Arzamendi D. Diferencias según el sexo en la anatomía de la insuficiencia mitral y resultados de la reparación percutánea de borde a borde. Rev Esp Cardiol 2025;78:1010–2. https://doi.org/10.1016/j.recesp.2025.01.024.

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