
La lipoproteína(a), también conocida como Lp(a), es una partícula lipídica con propiedades proinflamatorias cuya concentración en sangre está determinada principalmente por factores genéticos. Su implicación en el desarrollo de enfermedad cardiovascular aterosclerótica está ampliamente documentada, pero persiste una pregunta clave en el ámbito de la prevención primaria: ¿representa la Lp(a) un riesgo relevante también en personas sin factores de riesgo cardiovascular clásicos?
Para responder a esta cuestión, un amplio estudio internacional publicado en el European Journal of Preventive Cardiology ha analizado datos de 66.495 personas de ocho cohortes poblacionales europeas, seguidas durante una mediana de 9,7 años. Todos los participantes estaban libres de enfermedad coronaria en el momento de la inclusión. El trabajo ha contado con la participación de la Dra. Teresa Padró, investigadora del grupo de Biomarcadores de Enfermedad Cardiovascular del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y miembro del CIBERCV.
Los investigadores estratificaron a los participantes según el número de factores de riesgo cardiovascular modificables que presentaban al inicio del estudio: hipertensión arterial, diabetes mellitus, hipercolesterolemia y tabaquismo. Un total de 41.770 personas no presentaban ninguno o solo uno de estos factores, mientras que 24.725 tenían dos o más. También se clasificó a los individuos en función de sus niveles de Lp(a), utilizando como umbral el percentil 90 de la distribución (43,2 mg/dL).
Durante el seguimiento se registraron un total de 3.467 casos nuevos de cardiopatía isquémica entre los participantes. Esta categoría incluye infartos de miocardio, muertes de origen coronario, anginas inestables, procedimientos de revascularización coronaria y fallecimientos sin causa definida, pero con posible origen cardíaco. De estos casos, 1.191 ocurrieron en personas que, al inicio del estudio, no presentaban ningún factor de riesgo cardiovascular o solo uno. Los 2.276 casos restantes se produjeron en participantes que tenían dos o más factores de riesgo tradicionales.
¿Qué sucede con la Lp(a)?
Los resultados del estudio revelan que tener niveles elevados de Lp(a) —por encima de 43,2 mg/dL, que corresponde al 10 % más alto de la población— aumenta el riesgo de sufrir una enfermedad coronaria, como un infarto, tanto en personas con pocos factores de riesgo cardiovascular como en aquellas con varios. De hecho, el aumento del riesgo fue muy similar en ambos grupos: un 38 % más en quienes tenían uno o ningún factor de riesgo y un 27 % más en quienes tenían dos o más. Esta diferencia no fue estadísticamente significativa, lo que significa que el impacto de la Lp(a) alta sobre el riesgo coronario es prácticamente el mismo, independientemente del perfil de riesgo previo de la persona.
«Este estudio demuestra que las personas con niveles elevados de Lp(a) tienen un mayor riesgo de enfermedad coronaria, aunque no presenten hipertensión, diabetes, colesterol elevado ni tabaquismo», explica la Dra. Teresa Padró. «Esto representa un reto clínico importante, ya que en estos casos las estrategias de prevención tradicionales, basadas en la reducción de factores de riesgo, no son aplicables».
Actualmente, no existen tratamientos aprobados para reducir específicamente la Lp(a), aunque hay varios ensayos clínicos en marcha. Según los autores, hasta que estos fármacos estén disponibles, la única opción para mitigar el riesgo cardiovascular asociado a la Lp(a) sigue siendo el control intensivo de los factores de riesgo modificables, una estrategia que no es viable en individuos que carecen de ellos.
«Los resultados también refuerzan la necesidad de desarrollar terapias dirigidas a la Lp(a) en el ámbito de la prevención primaria», añade la Dra. Padró. «Además, subrayan la importancia de incluir la Lp(a) en la evaluación del riesgo cardiovascular, incluso en personas aparentemente sanas».
El estudio se enmarca en el proyecto BiomarCaRE (Biomarker for Cardiovascular Risk Assessment across Europe), financiado por la Unión Europea a través del Séptimo Programa Marco (FP7/2007–2013). Los niveles de Lp(a) fueron medidos en un laboratorio central utilizando un método inmunoturbidimétrico estandarizado, lo que ha permitido garantizar la fiabilidad de los datos analizados.
Artículo de referencia:
Arnold N, Goßling A, Bay B, Weimann J, Blaum C, Brunner FJ, Ferrario MM, Brambilla P, Cesana G, Leoni V, Palmieri L, Donfrancesco C, Padró T, Andersson J, Jousilahti P, Ojeda F, Zeller T, Linneberg A, Söderberg S, Iacoviello L, Gianfagna F, Sans S, Veronesi G, Thorand B, Peters A, Tunstall-Pedoe H, Kee F, Salomaa V, Schnabel RB, Kuulasmaa K, Blankenberg S, Waldeyer C, Koenig W. Lipoprotein (a) and incident coronary heart disease in the community: Impact of traditional cardiovascular risk factors. Eur J Prev Cardiol 2025. https://doi.org/10.1093/eurjpc/zwaf340