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Las mujeres visitan más Urgencias por problemas de salud relacionados con medicamentos

Un equipo del Hospital de Sant Pau ha analizado las diferencias por sexo en las visitas al servicio de urgencias causadas por problemas de salud relacionados con la medicación. El estudio, que publica la revista Emergencias, revela que las mujeres presentan una mayor frecuencia de consultas urgentes vinculadas a ciertos efectos adversos y tipos de fármacos.

El artículo, titulado “Abordaje integral de los problemas de salud relacionados con los medicamentos que causan consulta en urgencias desde la perspectiva de género”, forma parte de la tesis doctoral de Connie Marin, doctoranda en Farmacología en la Universidad Autónoma de Barcelona, bajo la dirección de la Dra. Mireia Puig y la Dra. Ana Juanes, del Hospital de Sant Pau.

La investigación analizó una cohorte de 1.611 pacientes adultos que acudieron a urgencias en el Hospital de Sant Pau entre 2021 y 2022 y que fueron atendidos dentro del programa Código Medicamento. Los resultados muestran que más del 55 % de estas visitas corresponden a mujeres, con un aumento significativo de esta proporción a medida que crece la edad.

Los investigadores encontraron diferencias considerables entre hombres y mujeres tanto en los diagnósticos asociados como en los tipos de fármacos implicados en los problemas de salud relacionados con la medicación. En el caso de las mujeres, son más frecuentes las consultas relacionadas con:

  • Diarrea y disminución de la motilidad intestinal
  • Intoxicaciones no intencionadas con medicamentos
  • Hipertensión
  • Hiponatremia
  • Hipopotasemia

También se destaca una mayor afectación femenina por los medicamentos que actúan sobre el sistema nervioso, el sistema cardiovascular y los agentes antiinfecciosos.

El estudio ha sido liderado por la Dra. Mireia Puig, el Dr. Jesús Ruíz y la Dra. Ana Juanes, con la participación del Grupo Asistencial Código Medicamento del Hospital de Sant Pau, formado por profesionales de diversas áreas clínicas.

«Estos datos refuerzan la importancia de integrar la perspectiva de género en el abordaje farmacológico para reducir desigualdades y mejorar la seguridad de los tratamientos», afirman las autoras.

Artículo de referencia:
Marín-Barcena C, Puig-Campmany M, Ruiz-Ramos J, Carazo-Díaz C, Vicente-Romero J, Juanes-Borrego A, Grupo Código Medicamento del Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. Comprehensive approach to medication-related problems leading to emergency department visits from a gender perspective. Emergencias 2025;37:186–95. https://doi.org/10.55633/s3me/026.2025.


Ya puedes consultar la Memoria 2024 del IR Sant Pau

El Institut de Recerca Sant Pau ha publicado su Memoria 2024, un repaso anual a todo un año de investigación, esfuerzo colectivo y resultados relevantes.

El documento recoge la actividad desarrollada a lo largo de 2024 y pone en valor el impacto científico del Institut, que consolida su posición como referente tanto a nivel nacional como internacional. Es también un reconocimiento a la labor diaria de todos los profesionales que lo componen.


El IR Sant Pau lidera un nuevo ensayo clínico para optimizar el tratamiento antibiótico en apendicitis complicada pediátrica

El Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) lidera el nuevo ensayo clínico multicéntrico FTAA (Fast Track en Apendicitis Aguda), centrado en mejorar el manejo postoperatorio de la apendicitis complicada en menores de edad. El estudio propone una estrategia innovadora de tratamiento antibiótico que podría reducir el tiempo de hospitalización sin comprometer la seguridad ni la eficacia del abordaje terapéutico.

El ensayo fue presentado recientemente en el Congreso de la Sociedad Europea de Farmacología Clínica (EACPT 2024), celebrado en Helsinki (Finlandia) del 29 de junio al 2 de julio. Se trata del primer estudio clínico aleatorizado en población pediátrica que compara dos estrategias de duración del tratamiento antibiótico tras la cirugía de apendicitis complicada, una de las urgencias quirúrgicas más frecuentes en la infancia.

El proyecto está coordinado por la Dra. M.ª José Martínez Zapata, del grupo de Investigación en Epidemiología Clínica y Servicios Sanitarios del IR Sant Pau, junto al Dr. Carlos Leganés, cirujano pediátrico del Hospital Sant Pau. También participan las Dras. Rosa M.ª Antonijoan y Claudia Erika Delgado-Espinoza, del Servicio de Farmacología Clínica, y el Dr. José M.ª Valle, del Servicio de Pediatría del mismo hospital.

Además del Hospital Sant Pau, el ensayo cuenta con la colaboración de otros seis centros hospitalarios de referencia: el Hospital Sant Joan de Déu y el Hospital del Mar de Barcelona, el Hospital Germans Trias i Pujol de Badalona, el Hospital Joan XXIII de Tarragona, el Hospital Clínico Universitario de Santiago de Compostela y el Hospital Universitario Dr. Josep Trueta de Girona. Esta amplia participación permitirá obtener resultados representativos y aplicables a nivel nacional.

El estudio ha recibido financiación a través de la convocatoria 2023 de Investigación Clínica Independiente del Instituto de Salud Carlos III (ICI23/00070) y cuenta con el apoyo de la Plataforma SCReN (Spanish Clinical Research Network), orientada a facilitar la ejecución de ensayos clínicos de interés para el Sistema Nacional de Salud.

El objetivo principal del ensayo FTAA es evaluar si una pauta de tratamiento más corta —tres días de antibiótico intravenoso en el hospital seguidos de dos días de tratamiento oral domiciliario con amoxicilina-clavulánico— es igual de eficaz que la pauta estándar de cinco días de tratamiento antibiótico hospitalario en términos de prevención de complicaciones a los treinta días de la cirugía. En total, está previsto reclutar a 772 pacientes en edad pediátrica.

Si se demuestra la no inferioridad de la estrategia ambulatoria, el estudio podría suponer un cambio importante en la práctica clínica, reduciendo la estancia hospitalaria de los menores y facilitando una recuperación más rápida en el entorno familiar. Esta optimización del tratamiento no solo beneficiaría la calidad de vida de los pacientes y sus familias, sino que también contribuiría a una mayor eficiencia en el uso de los recursos sanitarios y a una menor exposición a los riesgos asociados a la hospitalización prolongada.

El IR Sant Pau reafirma así su compromiso con la investigación clínica aplicada a la mejora de la atención sanitaria, especialmente en áreas de gran impacto como la cirugía pediátrica y la utilización racional de antibióticos.


La combinación de simvastatina y rifaximina no aporta beneficios clínicos a los pacientes con cirrosis descompensada

El grupo del CIBEREHD del Servicio de Patología Digestiva del Hospital de Sant Pau ha participado en un ensayo clínico internacional que ha sido publicado recientemente en la revista JAMA (Journal of the American Medical Association), una de las publicaciones médicas más prestigiosas a nivel mundial. El estudio, en el marco del LIVERHOPE Consortium y liderado por la Dra. Elisa Pose y el Dr. Pere Ginès del Hospital Clínic de Barcelona, ha evaluado si la administración combinada de simvastatina y rifaximina, añadida al tratamiento estándar, podía reducir las complicaciones clínicas y la mortalidad en pacientes con cirrosis descompensada, una de las fases más graves y complejas de esta enfermedad hepática. El estudio fue financiado gracias a una beca Horizon 2020 con fondos europeos.

El estudio se desarrolló entre enero de 2019 y diciembre de 2022 e incluyó un total de 237 pacientes con cirrosis descompensada reclutados en 14 centros europeos, entre los cuales se encuentra el Hospital de Sant Pau. Se trata de un ensayo doble ciego, aleatorizado y controlado con placebo, en el que los participantes recibieron durante un año la combinación de simvastatina (20 mg/día) y rifaximina (1.200 mg/día) o un placebo, además de la terapia médica habitual.

La razón científica que justifica esta combinación se basa en mecanismos complementarios. La simvastatina no solo disminuye los niveles de colesterol en sangre, sino que también es conocida por sus propiedades antiinflamatorias y antifibróticas, así como por su capacidad de reducir la presión portal hepática, efectos que en un estudio clínico previo habrían demostrado disminuir la mortalidad. Por su parte, la rifaximina, un antibiótico de muy baja absorción sistémica, modula el microbioma intestinal y, probablemente, inhibe la translocación bacteriana, la endotoxemia y la inflamación, contribuyendo a reducir la encefalopatía hepática. Con esta base, el proyecto se propuso comprobar si esta estrategia combinada podía prevenir el desarrollo del fenómeno grave conocido como insuficiencia hepática aguda sobre crónica (ACLF), otras complicaciones de la cirrosis y la mortalidad.

Los resultados han sido, sin embargo, inesperados. El estudio no mostró diferencias significativas entre el grupo tratado y el grupo placebo en cuanto a la incidencia de ACLF ni tampoco en la tasa de trasplante hepático o en la mortalidad. Tampoco se observaron diferencias en la aparición de complicaciones típicas de la cirrosis, como la ascitis, la encefalopatía hepática, las hemorragias por varices esofágicas, la insuficiencia renal aguda o las infecciones.

En cuanto al perfil de seguridad, la combinación terapéutica fue en general bien tolerada, pero se registró un pequeño número de casos de rabdomiólisis —una complicación muscular— en el grupo tratado, lo que confirma la necesidad de precaución en el uso de estatinas en este perfil de pacientes. Este ensayo se basa en estudios previos de fase II que habían mostrado un buen perfil de seguridad con dosis bajas de simvastatina, como las empleadas en este estudio, aunque las dosis más altas ocasionalmente se habían asociado a toxicidad hepática y muscular.

A pesar de que los resultados no han sido positivos, los investigadores defienden la importancia de publicar este tipo de evidencia. En palabras del Dr. Germán Soriano, médico del Servicio de Patología Digestiva de Sant Pau y uno de los autores del artículo, «este estudio es un ejemplo claro de que, en investigación clínica, los resultados negativos también son valiosos. Nos ayudan a descartar vías que parecían prometedoras y a enfocar mejor los esfuerzos hacia estrategias realmente efectivas para nuestros pacientes». El doctor Soriano también destaca la relevancia de haber podido participar en un estudio multicéntrico de este nivel: «Es importante que Sant Pau forme parte de alianzas internacionales que permiten abordar retos clínicos globales con una mirada colaborativa y rigurosa».

Artículo de referencia:

Pose E, Jiménez C, Zaccherini G, Campion D, Piano S, Uschner FE, de Wit K, Roux O, Gananandan K, Laleman W, Solé C, Alonso S, Cuyàs B, Ariza X, Juanola A, Ma AT, Napoleone L, Gratacós-Ginès J, Tonon M, Pompili E, Sánchez-Delgado J, Allegretti AS, Morales-Ruiz M, Carol M, Pérez-Guasch M, Fabrellas N, Pich J, Martell C, Joyera M, Domenech G, Ríos J, Torres F, Serra-Burriel M, Hernáez R, Solà E, Graupera I, Watson H, Soriano G, Bañares R, Mookerjee RP, Francoz C, Beuers U, Trebicka J, Angeli P, Alessandria C, Caraceni P, Vargas VM, Abraldes JG, Kamath PS, Ginès P, LIVERHOPE Consortium. Simvastatin and rifaximin in decompensated cirrhosis: A randomized clinical trial. JAMA 2025;333:864–74. https://doi.org/10.1001/jama.2024.27441


Sant Pau recibe el Premio a la Mejor Comunicación Oral en el Congreso SENEC 2025 por un estudio pionero sobre neuromodulación en Parkinson

El Grupo de Neuromodulación en Trastornos del Movimiento del Hospital de Sant Pau ha sido distinguido con el Premio a la Mejor Comunicación Oral en el Congreso de la Sociedad Española de Neurocirugía (SENEC) 2025, celebrado recientemente en Zaragoza. El reconocimiento ha sido otorgado por un trabajo pionero centrado en la estimulación cerebral profunda (ECP) en la enfermedad de Parkinson, una de las terapias más avanzadas en el abordaje de esta patología neurodegenerativa.

El estudio premiado ha desarrollado un mapa tridimensional funcional del núcleo subtalámico (NST), una estructura cerebral clave en el control del movimiento, a partir del análisis de potenciales locales de campo (PLC) registrados durante la cirugía en pacientes con Parkinson avanzado. Estos PLC reflejan la actividad eléctrica del cerebro y permiten comprender con mayor precisión cómo funcionan sus redes internas en tiempo real.

Uno de los hallazgos más relevantes de la investigación es que las oscilaciones cerebrales —en especial las de la banda beta, relacionadas con la rigidez y la lentitud del movimiento características del Parkinson— no siempre se encuentran dentro de los límites anatómicos clásicos del NST. Esto sugiere que la guía tradicional basada únicamente en criterios anatómicos puede no ser suficiente para alcanzar la máxima eficacia terapéutica.

Una nueva forma de personalizar la estimulación cerebral profunda

Gracias a herramientas de neuroimagen avanzada, análisis espectral y modelado computacional, el equipo ha demostrado que cuanto más cerca se sitúa el electrodo de las áreas con mayor actividad beta, mejores son los resultados motores tras la intervención. Esta aproximación refuerza la necesidad de un targeting funcional, es decir, una estrategia quirúrgica que tenga en cuenta tanto la anatomía como la fisiología cerebral de cada paciente.

«Cada cerebro es distinto y, en una enfermedad tan compleja como el Parkinson, conocer la localización exacta de la actividad patológica nos permite personalizar la terapia de forma más eficaz», explica el Dr. Juan Aibar, uno de los investigadores que ha llevado a cabo este trabajo junto con el Dr. Ignacio Aracil, el Dr. Rodrigo Rodríguez, la Dra. Berta Pascual, el Dr. Alex Gironell y Antonia Campolongo. «Nuestro objetivo es avanzar hacia una neuromodulación de precisión, basada en biomarcadores cerebrales que nos guíen antes, durante y después de la intervención».

La estimulación cerebral profunda es una técnica quirúrgica que ha transformado el tratamiento del Parkinson en fases avanzadas. Consiste en implantar unos electrodos en regiones específicas del cerebro para modular su actividad mediante impulsos eléctricos. Cuando se aplica correctamente, puede mejorar de forma significativa los síntomas motores, la calidad de vida y reducir la necesidad de medicación.

Este nuevo trabajo de Sant Pau no solo mejora la comprensión científica del funcionamiento del cerebro en el Parkinson, sino que también ofrece herramientas concretas para mejorar la planificación quirúrgica y maximizar los beneficios de la estimulación cerebral profunda.

Una línea de investigación consolidada y en crecimiento

El Grupo de Neuromodulación en Trastornos del Movimiento de Sant Pau cuenta con una amplia trayectoria en la investigación traslacional de la ECP, combinando neurocirugía, neurología, ingeniería biomédica y análisis de datos. Este premio supone un nuevo impulso a su compromiso por trasladar el conocimiento científico al beneficio directo de las personas afectadas por trastornos neurológicos.


Un nuevo biomarcador en sangre predice la progresión de la enfermedad de Alzheimer incluso en fases tempranas

Un equipo de investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) ha demostrado que el biomarcador p-tau217 en plasma, obtenido a través de un simple análisis de sangre, permite predecir la progresión clínica de la enfermedad de Alzheimer incluso en sus fases más tempranas, cuando los síntomas todavía no son evidentes. El trabajo, publicado en la revista Neurology, refuerza el papel de las pruebas sanguíneas en el futuro del diagnóstico y seguimiento de las demencias.

El estudio, realizado en el marco de la cohorte SPIN (Sant Pau Initiative on Neurodegeneration), incluyó a 731 personas con y sin deterioro cognitivo seguidas durante una media de hasta 10 años. Los investigadores analizaron los niveles de p-tau217 —una forma específica de la proteína tau asociada a la neurodegeneración— y observaron que este marcador no solo se correlaciona con la presencia de Alzheimer, sino que también permite anticipar el ritmo de deterioro cognitivo y la conversión a fases más avanzadas de la enfermedad, incluida la demencia.

«Este marcador tiene un enorme potencial como herramienta clínica. No solo identifica con precisión la enfermedad de Alzheimer, sino que también nos permite estimar su velocidad de progresión, algo clave para tomar decisiones terapéuticas», señala el Dr. Ignacio Illán, investigador del grupo de Neurobiología de las Demencias y neurólogo del Hospital Sant Pau y que ha dirigido el estudio.

Por su parte, Judit Selma-González, primera autora y neuropsicóloga investigadora, también del grupo de Neurobiología de las Demencias, destaca que «uno de los hallazgos más relevantes es que la p-tau217 permite identificar a personas que aún no tienen síntomas cognitivos, pero presentan un mayor riesgo de desarrollarla a corto o medio plazo. Esto nos puede ayudar a seleccionar mejor a los pacientes candidatos a participar en ensayos clínicos de tratamientos modificadores de la enfermedad».

Una alternativa accesible

Hasta ahora, los biomarcadores más fiables para detectar y monitorizar el Alzheimer requerían técnicas invasivas como la punción lumbar (para analizar el líquido cefalorraquídeo) o costosas como la tomografía por emisión de positrones (PET). El uso de la p-tau217 en plasma supone una alternativa no invasiva, más accesible y económica, con aplicaciones tanto clínicas como en investigación.

En el estudio se pudo comprobar como los niveles de p-tau217 aumentaban progresivamente desde las fases preclínicas hasta las fases avanzadas de demencia, y que se asociaban de forma independiente con un mayor riesgo de deterioro cognitivo (medido, entre otros, con el Mini-Mental State Examination) y de conversión a demencia. De hecho, el marcador mostró mejor capacidad pronóstica que su equivalente en líquido cefalorraquídeo, la p-tau181, utilizada ampliamente en la actualidad.

Aplicaciones clínicas y futuro prometedor

Este avance tiene especial relevancia en el contexto actual, en el que ya se están aprobando tratamientos modificadores de la enfermedad, como los anticuerpos anti-amiloide, cuyo uso está condicionado por la fase de evolución del Alzheimer. La posibilidad de utilizar un análisis de sangre para determinar ese estadio clínico, y para monitorizar la progresión, supone un paso importante hacia una medicina más personalizada y precisa. «En una consulta de memoria, poder acceder a esta información mediante una analítica sanguínea abre posibilidades que hasta ahora estaban reservadas a centros altamente especializados», apunta el Dr. Ignacio Illán.

Financiación y colaboración internacional

Este estudio ha sido financiado por el Instituto de Salud Carlos III (ISCIII) a través de los proyectos PI14/01126, PI17/01019, PI18/00335, PI19/00882, PI18/00435, PI22/00611, INT19/00016, INT23/00048, PI17/01896, PI22/00307, PI20/01473, PI23/01786, PI21/00791 y PI24/00598, y ha sido cofinanciado por la Unión Europea. También ha contado con el apoyo de los programas de investigación del Centro de Investigación Biomédica en Red sobre Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED) y la Fundació La Marató de 3cat (proyectos 20141210, 044412 y 20142610), así como de la Fundació Bancària “la Caixa” (proyecto DABNI), la Fundació Catalana Síndrome de Down, la Fundació Víctor Grífols i Lucas, y la Generalitat de Catalunya (2017-SGR-547, SLT006/17/125, SLT006/17/119, SLT002/16/408).

Varios investigadores han sido apoyados por contratos competitivos, incluyendo becas Río Hortega y Sara Borrell del ISCIII, en colaboración con el Fondo Social Europeo Plus. Además, varios autores están vinculados al Global Brain Health Institute (GBHI) como fellows del programa Atlantic Fellow for Equity in Brain Health, con financiación adicional de la Alzheimer’s Association, la Alzheimer Society y la Fundación Jérôme Lejeune. La colaboración internacional se ha reforzado gracias a la participación del Instituto de Neurociencia y Fisiología de la Universidad de Gotemburgo (Suecia), el Banner Alzheimer’s Institute (EE. UU.), y el Barcelona Down Medical Center.

Artículo de referencia:

Selma-Gonzalez J, Rubio-Guerra S, García-Castro J, Vera-Campuzano E, Sala I, Sánchez-Saudinós MB, Zhu N, Arranz J, Arriola-Infante JE, Rodríguez-Baz Í, Maure-Blesa L, Dols-Icardo O, Videla L, Valldeneu S, Barroeta I, Santos-Santos M, Carmona-Iragui M, Vaqué-Alcázar L, Alvarez-Sanchez E, Lorente O, Carreras M, Belbin O, Arslan B, Ashton NJ, Zetterberg H, Blennow K, Montoliu-Gaya L, Bejanin A, Lleó A, Fortea J, Alcolea D, Illan-Gala I. Association of plasma phosphorylated tau 217 with clinical deterioration across Alzheimer disease stages. Neurology 2025;105:e213769. https://doi.org/10.1212/WNL.0000000000213769.


El Dr. Oriol Dols-Icardo lidera un comentario científico sobre los avances genéticos en la demencia frontotemporal

Dr. Oriol Dols-Icardo

La prestigiosa revista Trends in Neurosciences ha publicado recientemente un comentario científico firmado por el Dr. Oriol Dols-Icardo, investigador del grupo de Neurobiología de las Demencias del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y de la Unidad de Memoria del Hospital de Sant Pau. El artículo ofrece un análisis crítico y contextualizado de los últimos avances en la genética de la degeneración lobular frontotemporal con inclusiones de TDP-43 (FTLD-TDP), una enfermedad neurodegenerativa que representa una de las causas más frecuentes de demencia tras la enfermedad de Alzheimer.

El comentario se centra en el estudio publicado por Pottier y colaboradores en Nature Communications, que constituye el análisis de secuenciación del genoma completo más amplio realizado hasta la fecha en pacientes con FTLD-TDP. El estudio incluyó cerca de 1.000 pacientes con diagnósticos de FTLD-TDP y sus subtipos patológicos A, B y C, así como más de 3.000 individuos de control, e identificó múltiples variantes genéticas —tanto comunes como raras— asociadas específicamente a cada subtipo. Algunos de estos factores de riesgo también se han relacionado con otras enfermedades como la esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis hipocampal, todas ellas asociadas en distintos grados a la presencia de inclusiones de TDP-43.

Como autor de correspondencia, el Dr. Dols-Icardo ha liderado la redacción del comentario y ha invitado a dos destacados investigadores internacionales a sumarse a la publicación: la Dra. Lianne M. Reus, de la Vrije Universiteit Amsterdam de los Países Bajos, y el Dr. Alfredo Ramírez, de la Universidad de Colonia y del Centro Alemán de Enfermedades Neurodegenerativas – DZNE. Los tres expertos coinciden en destacar el valor de estos descubrimientos para avanzar en la comprensión de la diversidad biológica y clínica de la FTLD-TDP.

«Nuestro comentario subraya que los distintos subtipos de FTLD-TDP pueden estar impulsados por mecanismos genéticos diferenciados, lo que respalda la idea de que se trataría de entidades biológicas separadas», explica el Dr. Oriol Dols-Icardo. Además, TDP-43 representa el principal agregado proteico en la FTLD-TDP, la ELA o la esclerosis hipocampal, pero también está presente en el 60 % de las personas con enfermedad de Alzheimer. El Dr. Dols-Icardo destaca que «algunos de los factores genéticos identificados también desempeñan un papel importante en estas enfermedades. Este enfoque nos acerca a un diagnóstico más precoz y preciso y a una estratificación del riesgo más personalizada, con implicaciones claras para el desarrollo de terapias dirigidas».

El artículo también señala la necesidad de replicar los resultados en cohortes independientes, así como la importancia de disponer de biomarcadores in vivo que permitan diferenciar entre los subtipos patológicos de FTLD-TDP. Además, destaca cómo las tecnologías de secuenciación de nueva generación —especialmente las técnicas de lectura larga— pueden revelar variantes estructurales, isoformas alternativas y variaciones complejas en el empalme del ARN asociadas a la disfunción de TDP-43, una proteína clave no solo en la FTLD, sino también en otros trastornos neurodegenerativos.

Este comentario representa una contribución relevante al debate científico actual sobre las enfermedades neurodegenerativas asociadas a la presencia de inclusiones de la proteína TDP-43, y refuerza el liderazgo de Sant Pau y de su equipo investigador en el campo de las enfermedades neurodegenerativas.

Artículo de referencia:

Dols-Icardo O, Reus LM, Ramirez A. Genetic architecture of FTLD-TDP pathological subtypes. Trends Neurosci 2025. https://doi.org/10.1016/j.tins.2025.06.005


La Unidad de Transferencia e Innovación del IR Sant Pau obtiene la certificación internacional ISO 56001 en Gestión de la Innovación

Unitat de Transferència i Innovació

La Unidad de Transferencia e Innovación (UTI) del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) ha obtenido la certificación ISO 56001, una norma internacional que establece los requisitos para la implementación, mantenimiento y mejora continua de un sistema de gestión de la innovación. Esta acreditación reconoce a las organizaciones que integran la innovación como parte estratégica y transversal de su actividad, promoviendo una cultura innovadora alineada con sus objetivos y con el impacto social esperado.

La ISO 56001 proporciona un marco de trabajo que ayuda a sistematizar procesos de ideación, desarrollo y transferencia de soluciones innovadoras. En este sentido, la certificación supone un paso adelante en la consolidación de un ecosistema que favorece la generación de nuevas ideas, la colaboración interdisciplinaria y la aplicación práctica de los resultados de la investigación.

La UTI del IR Sant Pau desempeña un papel clave en la promoción de la cultura de la innovación, la protección y explotación de los resultados de investigación y el fomento de la colaboración con el sector empresarial y otros agentes del entorno. Con la obtención de la ISO 56001, se refuerza el compromiso institucional con la excelencia y se consolida una trayectoria orientada a generar valor añadido a través del conocimiento.

Este nuevo hito se suma a la certificación UNE 166002, obtenida en el año 2022, que acredita un sistema de gestión de la I+D+i sólido y eficaz. Ambas certificaciones sitúan al IR Sant Pau como uno de los centros pioneros en Cataluña en la implantación de mecanismos avanzados para la gestión de la innovación. De hecho, se convierte en el tercer instituto de investigación catalán en recibir la acreditación ISO 56001.

El IR Sant Pau continuará trabajando para transformar el conocimiento científico en soluciones reales que mejoren la salud y la calidad de vida de las personas, mediante una investigación de calidad, comprometida con la innovación, la transferencia y el progreso social.


El proyecto CADASIMUS recibe financiación del fondo semilla de la red RICORS-ICTUS

El Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) participa activamente en el proyecto CADASIMUS, una iniciativa colaborativa recientemente seleccionada en la convocatoria de fondos semilla “Dr. Miguel Blanco” de la red temática RICORS-ICTUS (Red de Investigación en Resultados y Calidad en los Cuidados en Ictus), financiada por el Instituto de Salud Carlos III en el marco del nuevo programa de Redes de Investigación Cooperativa Orientadas a Resultados en Salud (RICORS).

El proyecto ha sido uno de los seleccionados en esta convocatoria competitiva que tiene como objetivo apoyar el desarrollo de estudios innovadores en fase preclínica para la prueba de un nuevo fármaco para CADASIL. Gracias a esta ayuda, CADASIMUS contará con una financiación de 15.000 euros, destinada a cubrir los costes experimentales clave del estudio. Esta financiación permitirá poner en marcha las actividades previstas durante el primer año, como el tratamiento con el fármaco en un modelo celular de CADASIL, así como estudio del perfil proteómico del modelo celular y de plasma de pacientes, y servirá de base para futuras solicitudes de proyectos más amplios a nivel nacional o internacional.

El proyecto está coordinado desde el grupo de Ictus Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela (IDIS) y cuenta con la participación del IR Sant Pau, el Instituto de Biomedicina de Sevilla (IBiS) y el Hospital Universitario Donostia. Las co-investigadoras principales son Ana Bugallo Casal, Paula Villatoro González, del IR Sant Pau, Ana Domínguez y Patricia de la Riva.

CADASIL (Arteriopatía Cerebral Autosómica Dominante con Infartos Subcorticales y Leucoencefalopatía) es una enfermedad rara causada por variantes genéticas en el gen NOTCH3, y constituye el modelo genético por excelencia de las enfermedades de pequeño vaso cerebral. Actualmente, no existe un tratamiento específico para esta patología. El proyecto CADASIMUS explorará el potencial de un fármaco previamente aprobado en otras indicaciones para modular mecanismos celulares alterados en CADASIL, como la autofagia, a través de un enfoque basado en modelos celulares derivados de pacientes y el análisis de biomarcadores en muestras humanas.

Según Paula Villatoro, «Este proyecto tiene un impacto social y económico significativo al abordar CADASIL, una enfermedad rara sin tratamiento específico, que causa discapacidad progresiva, infartos subcorticales recurrentes y demencia vascular temprana. La identificación de un fármaco ya aprobado como posible tratamiento aceleraría su aplicación clínica y reduciría los costes asociados al desarrollo de nuevas terapias. Además, la implementación de biomarcadores optimizaría los ensayos clínicos, disminuyendo la necesidad de grandes cohortes y reduciendo los tiempos de estudio».

El uso de tecnologías ómicas avanzadas (como la proteómica mediante la tecnología de Olink) permitirá identificar posibles dianas terapéuticas y biomarcadores que puedan ser validados en ensayos clínicos futuros. Uno de los elementos innovadores del proyecto es el análisis estratificado por sexo biológico, con el fin de avanzar hacia una medicina de precisión más equitativa.

La implicación del IR Sant Pau se articula también a través del biobanco CADAGENIA, que alberga muestras de pacientes con CADASIL, y mediante la colaboración con la Asociación CADASIL España, que participa activamente en la difusión y orientación del proyecto hacia las necesidades reales de los pacientes.

Paula Villatoro también subraya la importancia del trabajo en red: «La colaboración entre centros como IDIS, Sant Pau, IBiS y Donostia es fundamental para sumar capacidades, compartir recursos y acelerar el conocimiento. La estructura de RICORS-ICTUS facilita precisamente esta cooperación, con un objetivo común: mejorar el abordaje clínico y terapéutico de enfermedades cerebrovasculares».

Con este reconocimiento, el IR Sant Pau refuerza su compromiso con la investigación en enfermedades neurológicas poco frecuentes y con el trabajo en red dentro de RICORS-ICTUS, una estructura colaborativa clave para avanzar en la mejora de los cuidados y los resultados en ictus y enfermedades relacionadas.


El uso de biomarcadores en adultos cognitivamente sanos debe ser prudente y basado en modelos de riesgo inclusivos

Dra. Stephanie Grasso i Dr. Miguel Ángel Santos-Santos

La detección precoz de la enfermedad de Alzheimer ha dado un giro en los últimos años con la incorporación de biomarcadores que permiten identificar alteraciones cerebrales incluso antes de la aparición de los primeros síntomas. Sin embargo, la aplicación de estos nuevos marcos diagnósticos centrados exclusivamente en parámetros biológicos plantea interrogantes clínicos, éticos y sociales que aún no tienen una respuesta clara.

En este contexto, el artículo “On the complexity of biomarker-driven diagnoses of Alzheimer’s disease”, publicado recientemente en la revista Journal of Neuropsychology, reflexiona sobre los desafíos y riesgos que conlleva diagnosticar la enfermedad basándose únicamente en la presencia de β-amiloide o tau fosforilada en el cerebro, especialmente en personas que no presentan deterioro cognitivo. El trabajo está firmado por el Dr. Miguel Ángel Santos-Santos, investigador del grupo de Neurobiología de las Demencias del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y neurólogo de la Unidad de Memoria del Hospital de Sant Pau junto con la Dra. Stephanie Grasso y la Dra. Alexandra Leigh Clark, ambas de la Universidad de Texas en Austin.

«Los biomarcadores son una herramienta prometedora, pero todavía no podemos considerar su positividad como un diagnóstico en sí mismo. En personas cognitivamente sanas, es más responsable interpretarlos como indicadores de riesgo elevado», señala el Dr. Santos-Santos.  El artículo pone de relieve que una parte importante de las personas con biomarcadores alterados nunca llega a desarrollar demencia, probablemente gracias a mecanismos de reserva cognitiva y resiliencia cerebral. Este concepto, influido por factores como el nivel educativo, las experiencias de vida o el contexto sociocultural, es clave para entender la evolución de la enfermedad.

No obstante, como advierten los autores, los modelos actuales de diagnóstico se basan en estudios con poblaciones homogéneas, lo que limita su aplicabilidad en colectivos minoritarios o con trayectorias vitales distintas. «Los modelos diagnósticos deben tener en cuenta la diversidad racial, cultural y estructural si queremos avanzar hacia una medicina de precisión que sea realmente equitativa», explica el Dr. Santos-Santos.

Los investigadores proponen una alternativa basada en modelos de predicción de riesgo multifactoriales que integren datos biológicos, pruebas neuropsicológicas y determinantes sociales de la salud. Estos modelos permitirían identificar mejor a las personas que realmente se beneficiarían de estrategias de seguimiento o intervención precoz, evitando etiquetas diagnósticas innecesarias.

Además, el comentario subraya la necesidad de comunicar con claridad y responsabilidad los hallazgos de biomarcadores a los pacientes, para evitar malentendidos y efectos negativos sobre su bienestar psicológico. En este sentido, los autores abogan por una aproximación interdisciplinar que combine la evidencia científica con el contexto individual de cada persona.

Este trabajo refuerza el compromiso del IR Sant Pau y la Unidad de Memoria del Hospital de Sant Pau con la investigación internacional de vanguardia en envejecimiento cerebral y demencias, y su contribución al debate global sobre cómo utilizar de forma ética, equitativa y efectiva las herramientas diagnósticas del futuro.

Artículo de referencia:

Grasso SM, Santos-Santos MÁ, Clark AL. On the complexity of biomarker-driven diagnoses of Alzheimer’s disease. J Neuropsychol 2025. https://doi.org/10.1111/jnp.12428


Un viaje al límite de la adaptación humana o cómo montar un laboratorio en el Everest

El jueves 26 se presentó en los Cines Girona el documental producido por Tarannà Viatges y el Institut de Recerca Sant Pau (IR Sant Pau) Un viaje al límite de la adaptación humana, una producción que combina ciencia, aventura y divulgación para explorar cómo el cuerpo humano se enfrenta a las condiciones más extremas de altitud y falta de oxígeno. La película se basa en el proyecto científico Sherpa Project 2017. Efectos de la exposición a la hipoxia ambiental extrema sobre el organismo, liderado por el doctor José Manuel Soria, jefe del grupo de investigación en Genómica de las Enfermedades Complejas del IR Sant Pau.

Este proyecto pionero tenía un objetivo muy ambicioso: trasladar el laboratorio al terreno natural más extremo para estudiar en tiempo real cómo responde nuestro organismo ante una situación de hipoxia ambiental severa, como la que se da en el Himalaya a partir de los 5.000 metros de altitud. La hipoxia —una disminución en la disponibilidad de oxígeno en los tejidos— es una condición que puede producirse no solo en entornos de altitud, sino también en diversas patologías respiratorias y cardiovasculares. Entender cómo se adapta el organismo puede aportar un conocimiento valioso para la medicina.

El documental sigue la expedición del alpinista Ferran Latorre por la vertiente sur del Everest, en Nepal, y muestra cómo se organizó toda la logística científica en ese entorno inhóspito. Se recogieron muestras biológicas de 52 participantes —15 trekkers (personas que hacen rutas hasta el campo base sin escalar la cima), 15 alpinistas de élite y 22 sherpas— en tres puntos de altitud diferentes: a nivel del mar (Barcelona), a 5.400 metros (campo base del Everest, después del trekking de aclimatación), y más allá de los 8.000 metros, en la conocida “zona de la muerte”, donde solo los sherpas y los alpinistas pudieron llegar. Además de las muestras de sangre, se registraron datos fisiológicos como la saturación de oxígeno, la frecuencia cardíaca y la respuesta respiratoria, que permiten analizar en profundidad los mecanismos de adaptación al medio extremo.

El estudio también quiso comparar la adaptación de personas con distintos grados de entrenamiento y aclimatación: desde practicantes ocasionales de trekking, hasta alpinistas profesionales, pasando por los sherpas, población nativa del Himalaya con una capacidad genética de adaptación a la altitud que los hace únicos en el mundo. Esta comparativa permite identificar diferencias entre la adaptación adquirida por entrenamiento y la adaptación genética transmitida durante generaciones.

El documental ofrece una mirada humana y cercana a los desafíos que supone hacer ciencia en condiciones extremas y resalta el trabajo conjunto entre científicos, deportistas y población local. También reflexiona sobre los límites del organismo humano y sobre hasta qué punto podemos adaptarnos a condiciones ambientales que parecen, a primera vista, imposibles.

Los fondos recaudados con la proyección del documental se destinarán íntegramente a la investigación sobre la trombosis que desarrolla el IR Sant Pau, a través de la Fundación Activa’TT por la salud, contribuyendo así a avanzar en el conocimiento y tratamiento de esta enfermedad vascular.


Sant Pau participa en uno de los ensayos internacionales más relevantes sobre la retirada de la ventilación mecánica invasiva en pacientes críticos

Dr. Indalecio Morán i Dra. Núria Rodríguez

Facultativos del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Sant Pau, miembros del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), han participado en el estudio internacional PROMIZING, uno de los ensayos clínicos más ambiciosos realizados hasta la fecha para optimizar la retirada de la ventilación mecánica en pacientes con insuficiencia respiratoria grave. Publicado recientemente en la revista The New England Journal of Medicine, el estudio compara la ventilación asistida proporcional (PAV+) con la ventilación con presión de soporte (PSV), con el objetivo de determinar si el primer método podría facilitar una desconexión del respirador más rápida y con menos complicaciones.

La participación de Sant Pau en este ensayo ha sido relevante gracias a la aportación de un equipo de intensivistas con una larga trayectoria en investigación clínica. El ensayo ha contado con el diseño y la dirección directa del Dr. Jordi Mancebo, figura de referencia en el campo de la ventilación mecánica e impulsor del estudio desde sus inicios, así como del Dr. Juan Carlos Suárez, colaborador cercano y también facultativo del Servicio de Medicina Intensiva. Lamentablemente, ambos fallecieron antes de la publicación final del estudio y han sido homenajeados por sus colegas con una dedicatoria expresa al final del artículo. También firman como coautores del trabajo el Dr. Indalecio Morán y la Dra. Núria Rodríguez, miembros activos del equipo asistencial e investigador del hospital.

Conocimiento para una mejor práctica clínica

PROMIZING (acrónimo de Proportional Assist Ventilation for Minimizing the Duration of Mechanical Ventilation) ha sido un estudio prospectivo, multicéntrico y aleatorizado llevado a cabo en 23 hospitales de 7 países (Canadá, Francia, Italia, Grecia, Argentina, Arabia Saudita y España). Se incluyeron 722 pacientes ingresados tras un episodio de insuficiencia respiratoria aguda grave, de los cuales se aleatorizó a 573 pacientes. Todos los participantes eran adultos que habían estado bajo ventilación mecánica invasiva durante al menos 24 horas y que habían fracasado una primera prueba de respiración espontánea, quedando aleatorizados a ventilación mecánica espontánea en modalidad PAV+ o en PSV. El objetivo primario era determinar el tiempo hasta la liberación exitosa del ventilador, definido como la retirada definitiva de la ventilación sin necesidad de reintubación durante al menos 7 días.

Con el método propuesto en el estudio para comparar ambas modalidades durante la fase de retirada de la ventilación, los autores han mostrado que no hay diferencias significativas entre PAV+ y PSV en cuanto al tiempo hasta la desconexión exitosa del respirador. En concreto, el tiempo medio hasta la desconexión definitiva fue prácticamente superponible en el grupo PAV+ (7,3 días) respecto al grupo PSV (6,8 días), sin que esta pequeña diferencia resultara estadísticamente relevante. La probabilidad de liberación exitosa al cabo de 28 días también fue muy similar entre ambos grupos (83,3 % con PAV+ y un 85,2 % con PSV). Asimismo, el número medio de días sin ventilador durante este periodo fue de 20,4 con PAV+ y 21,3 con PSV.

En cuanto a la mortalidad a los 90 días, los resultados mostraron un porcentaje del 29,6 % en el grupo PAV+ y del 26,6 % en el grupo PSV, sin que estas diferencias fuesen estadísticamente significativas.

Otros resultados importantes del estudio

Además de los resultados sobre duración de la ventilación y mortalidad, el estudio también ha explorado aspectos fundamentales para la calidad asistencial y la seguridad del paciente, como la aparición de delirio, el uso acumulado de fármacos sedantes y opioides, la tolerancia al modo ventilatorio asignado y las complicaciones asociadas al proceso de retirada del respirador (weaning).

En cuanto a la incidencia de delirio, fue similar entre los dos grupos, lo que sugiere que el modo ventilatorio no es por sí solo un factor determinante en el estado cognitivo agudo de los pacientes. No obstante, el estudio constata que los pacientes asignados al grupo PAV+ tendieron a requerir una menor cantidad acumulada de sedantes durante los primeros días de observación, lo que podría sugerir una mejor sincronización entre paciente y respirador. A pesar de esta tendencia, la diferencia no fue estadísticamente significativa. El uso de opioides también se registró y comparó, sin que se observaran diferencias sustanciales entre grupos.

Por otro lado, los pacientes del grupo PAV+ fueron pasados a modos de ventilación controlada con más frecuencia que los del grupo PSV. Según los autores, este hecho puede reflejar tanto la complejidad del manejo clínico como un menor nivel de familiaridad del personal con este tipo de estrategia. En concreto, en relación con la tolerancia al modo ventilatorio, la mayoría de los pacientes fueron capaces de completar el periodo de intervención con el modo asignado. No obstante, hubo un ligero aumento en los cambios de modo dentro del grupo PAV+, a menudo motivados por decisiones clínicas relacionadas con la estabilidad respiratoria o la adaptación del paciente al respirador.

En cuanto a la incidencia de complicaciones relacionadas con el proceso de weaning o con el modo ventilatorio, tampoco se observaron diferencias entre grupos, lo que reafirma la seguridad del uso de la PAV+ en centros de referencia en ventilación mecánica. Estos datos, si bien no han mostrado diferencias significativas entre la PAV+ y la PSV, aportan información útil para comprender mejor las implicaciones prácticas y la aceptabilidad clínica de la ventilación asistida proporcional.

Según el Dr. Indalecio Morán, «PROMIZING aporta un conocimiento muy sólido para guiar la toma de decisiones durante la retirada de la ventilación mecánica y para seguir estudiando las modalidades ventilatorias espontáneas en las fases de retirada de la misma, al tiempo que valida la seguridad de la ventilación proporcional en centros con excelencia en el manejo de la ventilación mecánica». Por su parte, la Dra. Núria Rodríguez considera que «este estudio nos muestra que lo que realmente puede marcar la diferencia es una estrategia de weaning individualizada y aplicada con rigor. El modo ventilatorio es una herramienta, pero la clave es cómo la utilizamos dentro de un marco clínico coherente y centrado en el paciente».

Artículo de referencia:

Bosma KJ, Burns KEA, Martin CM, Skrobik Y, Mancebo Cortés J, Mulligan S, Lafreniere-Roula M, Thorpe KE, Suárez Montero JC, Morán Chorro I, Rodríguez-Farré N, Butler R, Bentall T, Beduneau G, Enguerrand P, Santos M, Piraino T, Spadaro S, Montanaro F, Basmaji J, Campbell E, Mercat A, Beloncle FM, Carteaux G, Maraffi T, Charbonney E, Lecronier M, Dres M, Arabi YM, Amaral ACK, Marinoff N, Adhikari NKJ, Geagea A, Shin P, Vaporidi K, Kondili E, Shahin J, Campisi J, Rodriguez PO, Setten M, Goligher EC, Ferguson ND, Fanelli V, Ferreyra G, Lellouche F, Sibley S, Brochard L, PROMIZING Study Investigators, the Canadian Critical Care Trials Group, and the REVA Network. Proportional-assist ventilation for minimizing the duration of mechanical ventilation. N Engl J Med 2025. https://doi.org/10.1056/NEJMoa2505708


Añadir quimioterapia al tratamiento adyuvante con radioterapia en cáncer oral avanzado beneficia principalmente a pacientes con extensión extranodal mayor

Dra. Cristina Valero

Una investigación multicéntrica internacional publicada recientemente en la revista JAMA Otolaryngology–Head & Neck Surgery ha demostrado que añadir quimioterapia al tratamiento adyuvante con radioterapia tras cirugía ofrece beneficio en la supervivencia de los pacientes con carcinoma escamoso de cavidad oral cuando existe una extensión extranodal (ENE) mayor de la enfermedad. En cambio, en aquellos pacientes con ENE menor, la quimioterapia no parece mejorar significativamente los resultados clínicos, lo que podría llevar a un replanteamiento de las recomendaciones terapéuticas actuales.

El estudio, liderado por el Princess Margaret Cancer Centre de Toronto, ha contado con la participación de 755 pacientes tratados entre 2005 y 2018 en centros de referencia en Canadá, Estados Unidos y Australia. Entre los firmantes figura la Dra. Cristina Valero, investigadora del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) y del Memorial Sloan Kettering Cancer Center de Nueva York, quien ha sido la única representante de un centro español en este trabajo internacional.

Qué es la extensión extranodal y por qué es relevante

La extensión extranodal o ENE es una característica patológica que indica que el tumor ha invadido los ganglios linfáticos y ha atravesado su cápsula, infiltrando los tejidos adyacentes. Esta extensión puede ser menor (≤2 mm) o mayor (>2 mm), y su presencia se asocia generalmente con un peor pronóstico: mayor riesgo de recidiva y menor supervivencia.

La ENE ha sido considerada desde hace años un criterio de alto riesgo que justifica el uso de quimioterapia concomitante con la radioterapia adyuvante tras la cirugía. Sin embargo, los hallazgos del nuevo estudio cuestionan la necesidad de añadir quimioterapia en todos los casos de ENE, especialmente en los de menor extensión.

«Actualmente, cualquier grado de ENE es motivo para indicar quimioterapia junto con la radioterapia adyuvante, sin tener en cuenta el grado de extensión extranodal», explica la Dra. Valero. «Los resultados de este estudio sugieren que esta estrategia podría no ser necesaria en pacientes con ENE menor, evitando así tratamientos que no aportan beneficios clínicos y sí pueden conllevar toxicidades importantes. Se necesitan más estudios para validar nuestros resultados antes de plantear cambiar los protocolos terapéuticos».

Implicaciones para la práctica clínica

Los resultados de este trabajo tienen un relevante valor traslacional. En los pacientes con ENE mayor, la quimiorradioterapia mejoró significativamente tanto la supervivencia libre de enfermedad como la supervivencia global. En cambio, en los pacientes con ENE menor, estas mejoras no fueron estadísticamente significativas, ni siquiera tras ajustar por edad, estadio tumoral, márgenes quirúrgicos o radioterapia recibida.

Esta evidencia apoya la idea de adoptar una estratificación más precisa del riesgo en el tratamiento del cáncer oral avanzado, con el fin de personalizar las decisiones terapéuticas y reducir la exposición a tratamientos agresivos innecesarios.

«Este tipo de investigaciones colaborativas son fundamentales para avanzar hacia una medicina más personalizada y poder generalizar los resultados», añade la Dra. Valero. «Permiten revisar críticamente nuestras prácticas clínicas y tomar decisiones basadas en la mejor evidencia disponible».

Liderazgo y excelencia en investigación internacional

El estudio ha contado con la participación de un amplio equipo multidisciplinar de oncólogos, patólogos, cirujanos, epidemiólogos y bioestadísticos de centros de primer nivel, entre ellos el Memorial Sloan Kettering Cancer Center (EE. UU.), la University Health Network de Toronto (Canadá), el Chris O’Brien Lifehouse (Australia) y el Medical University of South Carolina (EE. UU.). La Dra. Valero figura entre los coautores que contribuyeron a la adquisición, análisis e interpretación de los datos.

Su participación pone de relieve el compromiso del IR Sant Pau con la investigación clínica internacional de alta calidad, y su papel activo en estudios que pueden cambiar la práctica clínica en beneficio de los pacientes.

Artículo de referencia

Manojlovic-Kolarski M, Su S, Weinreb I, Calvisi R, Perez-Ordonez B, Smith S, Patel S, Valero C, Xu B, Ghossein R, Katabi N, Clark J, Low T-HH, Gupta R, Graboyes E, Davies J, Richardson M, Goldstein D, Huang SH, O’Sullivan B, Xu W, Hansen A, de Almeida JR. Adjuvant chemoradiotherapy for oral cavity SCC with minor and major extranodal extension. JAMA Otolaryngol Head Neck Surg 2025. https://doi.org/10.1001/jamaoto.2025.1721.


El IR Sant Pau impulsa la innovación en salud con la 2.ª edición de INNOPAU

Innovation Day 2025

El Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) ha celebrado este martes el Innovation Day 2025, la jornada anual que visibiliza el talento, la creatividad y el compromiso de los profesionales del centro con la innovación en salud. Durante la jornada, y en el marco de la segunda edición del programa INNOPAU, se han dado a conocer los ganadores de este año.

Así, el proyecto CUMADE ha sido reconocido con el primer premio y recibirá una ayuda de 50.000 euros para continuar con su desarrollo. El segundo premio, dotado con 15.000 euros, ha sido para el proyecto CHYMERA. Ambas ayudas han sido posibles gracias a la colaboración de la Fundación Privada Hospital de la Santa Creu i Sant Pau. También han recibido una mención los proyectos CUMADE y CHYMERA como los más disruptivos, con una ayuda de 8.000 € cada uno, financiada por la plataforma ITEMAS del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Finalmente, el proyecto RADAR ha sido seleccionado por Padcelona para la realización de un MVP (Producto Mínimo Viable) en Salud Digital.

Durante el acto, se han presentado previamente los seis proyectos finalistas seleccionados por su capacidad de innovar desde el conocimiento clínico y la práctica asistencial. Todos ellos parten de retos reales detectados en el hospital y proponen soluciones concretas y aplicables, que pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de los pacientes y en la eficiencia del sistema sanitario.

  • MARPRESING
    Responsables: Jessica Marin, Ana Marin y Oliva Ros, de la Unidad de Endoscopias Digestivas.

Dispositivo médico para aplicar presión abdominal externa durante la colonoscopia. Mejora la eficiencia de la prueba, optimiza el confort del paciente y reduce el riesgo de lesiones laborales para el personal sanitario.

  • CUMADE
    Responsables: Dabit Arzamendi, de la Unidad de Hemodinámica, y Abdel Hakim Moustafa, del Dimensions Lab.

Solución innovadora que combina ingeniería de precisión e impresión 3D para diseñar dispositivos personalizados que resuelven problemas complejos como las fugas en implantes cardiovasculares. Supone un nuevo paradigma en la medicina estructural personalizada.

  • RADAR
    Responsables: Carlen Reyes, Jara González, Elisabet Rayó y Helena Serrano, del EAP Sardenya.

Plataforma digital que analiza datos clínicos y farmacológicos para detectar en tiempo real posibles reacciones adversas a medicamentos en la atención primaria. Pretende mejorar la seguridad de los pacientes y optimizar la toma de decisiones terapéuticas.

  • DAMMPIS
    Responsables: Ariadna Bellès, Carles Subirà, Jaume Baldirà, Matias Flores y Rosa Oms, de la Unidad de Medicina Intensiva.

Sistema integrado de sensores para prevenir la retirada accidental de dispositivos médicos en pacientes críticos. Proporciona alertas en tiempo real y ayuda a reducir complicaciones graves, aumentando la seguridad y la eficiencia en las unidades de cuidados intensivos.

  • CHYMERA
    Responsables: Josep Munuera, Daniel Caballero, Lydia Canales y Lucía Borrego, del Servicio de Diagnóstico por Imagen.

Herramienta basada en inteligencia artificial que automatiza el control de calidad de las radiografías de tórax, reduciendo la variabilidad y evitando repeticiones. Mejora la eficiencia y la seguridad en entornos como las urgencias hospitalarias.

  • AQUAFLOW
    Responsables: Sandra Peña, Esther Franquet, Piedad Arias y Mireia Plans, del Departamento de Nefrología de la Fundación Puigvert.

Faja acuática específica para personas con catéter de diálisis peritoneal, que permite la inmersión en agua con garantías de seguridad e higiene. Responde a una necesidad no cubierta y contribuye a mejorar la autonomía y la calidad de vida de los pacientes renales.

Los proyectos han sido desarrollados a lo largo del programa INNOPAU, una incubadora impulsada por el IR Sant Pau que acompaña a los equipos en la transformación de ideas asistenciales innovadoras en proyectos viables. Durante el programa, los participantes pasan por diversos módulos formativos donde reciben asesoramiento especializado en áreas clave como la gestión de la propiedad industrial, la búsqueda de financiación, la regulación sanitaria, el modelo de negocio o la estructuración estratégica de los proyectos.

La culminación del programa es precisamente el Innovation Day, celebrado este 17 de junio, donde los equipos exponen sus avances ante el ecosistema de innovación. Esta jornada sirve también para conectar a los profesionales con actores estratégicos como representantes de la industria farmacéutica, fondos de inversión, centros tecnológicos y otros agentes clave del ámbito de la salud.

La jornada ha contado también con una mesa redonda sobre “Nuevas tecnologías y transformación en salud”, con la participación de profesionales del ámbito clínico, investigador, tecnológico y empresarial, y espacios de networking para fomentar la colaboración entre los distintos agentes del ecosistema.

Una apuesta estratégica para Sant Pau

Con el decidido apoyo de la Fundación y el IR Sant Pau, Sant Pau sitúa la innovación como eje estratégico de transformación del sistema sanitario. Más allá de la investigación, la innovación representa una herramienta fundamental para anticiparse a los nuevos retos sociales, incorporar tecnologías emergentes y mejorar de forma tangible la calidad asistencial.

Para Sant Pau, innovar es escuchar a los profesionales, detectar oportunidades desde la práctica clínica y ofrecerles el acompañamiento y las herramientas para hacer crecer sus ideas. Es apostar por un modelo de salud más eficiente, personalizado y sostenible. Es, en definitiva, transformar el conocimiento en impacto.

Con jornadas como el Innovation Day, Sant Pau reafirma su liderazgo como institución pionera en investigación traslacional e innovación sanitaria, y se posiciona como un polo de referencia en el desarrollo de soluciones que ponen a las personas en el centro.


La exposición a la contaminación durante el embarazo se relaciona con cambios en las estructuras cerebrales fetales

Dra. Elisa Llurba

Los fetos más expuestos a ciertos contaminantes del aire presentan cambios en el tamaño de algunas estructuras cerebrales, especialmente durante el segundo y tercer trimestre del embarazo. Esta es la principal conclusión de un nuevo estudio liderado por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), centro impulsado por la Fundación “la Caixa”, en colaboración con el centro BCNatal (Hospital Sant Joan de Déu, Hospital Clínic y Universidad de Barcelona) y el Hospital de Sant Pau. Se trata del primer estudio que analiza específicamente la asociación entre la contaminación del aire y el desarrollo cerebral fetal durante el embarazo.

El estudio, publicado en The Lancet Planetary Health, analizó datos recogidos entre 2018 y 2021 de 754 parejas de madres y fetos participantes en el proyecto BiSC (Barcelona Life Study Cohort) en Barcelona. Este estudio tenía como objetivo comprender la relación entre la contaminación del aire en la salud infantil y el desarrollo cerebral, y se considera uno de los más completos realizados en este campo.

Durante el tercer trimestre del embarazo, las participantes se sometieron a una neurosonografía transvaginal, una ecografía especializada que permite analizar la forma y las estructuras del cerebro fetal. La exposición al dióxido de nitrógeno (NO), material particulado (PM2.5) y carbono negro se estimó mediante modelos híbridos que combinan datos de mediciones reales con métodos estadísticos avanzados. La investigación consideró tres “microambientes”: el hogar, el lugar de trabajo y las rutas de desplazamiento de las participantes. Los patrones de actividad se recopilaron mediante una aplicación de geolocalización instalada en los teléfonos móviles de las participantes.

El equipo investigador observó que la exposición prenatal a NO, PM2.5 y carbono negro en todos los microambientes mencionados se asoció con un aumento en el volumen de varias cavidades cerebrales que contienen líquido cefalorraquídeo. En concreto, se identificaron asociaciones directas entre la exposición a estos contaminantes y el aumento del volumen de los ventrículos laterales, ubicados en cada hemisferio cerebral, así como una dilatación de la cisterna magna, una cavidad situada en la parte inferior del cerebro. También se detectó un aumento en el grosor del vermis cerebeloso, la parte central del cerebelo, esencial para el equilibrio y la coordinación motora.

Los resultados del estudio también mostraron una asociación entre una mayor exposición al carbono negro y una reducción en la profundidad del surco lateral (también conocido como cisura de Silvio), un surco profundo que atraviesa el cerebro, lo que podría sugerir una menor maduración cerebral.

Las asociaciones entre la exposición a la contaminación del aire y los cambios en la morfología de estas estructuras cerebrales fueron más fuertes durante el segundo y tercer trimestre del embarazo. «Durante la mitad y el final de la gestación, el cerebro fetal entra en una fase clave de su desarrollo, lo que lo hace particularmente vulnerable a factores externos como la contaminación», explica Payam Dadvand, investigador de ISGlobal y autor sénior del estudio.

«Como médicos, ahora estamos viendo pruebas convincentes de que, incluso en embarazos que parecen sanos según todos los criterios convencionales, factores como la contaminación atmosférica pueden afectar sutilmente al desarrollo cerebral del feto. Estos hallazgos subrayan la importancia de aumentar la concienciación y la educación, tanto en la comunidad sanitaria como en toda la sociedad», afirman Elisa Llurba y Lola Gómez-Roig, médicas del Hospital de Sant Pau y del BCNatal-Hospital Sant Joan de Déu, respectivamente, y coautoras del estudio.

Diferencias significativas a nivel poblacional

Los efectos observados no implican que los niños participantes en el proyecto BiSC presenten alteraciones cerebrales patológicas. De hecho, todas las mediciones de las estructuras cerebrales de los participantes están dentro del rango considerado normal. «La cuestión es que estas diferencias, aunque pequeñas a nivel individual, son relevantes desde una perspectiva poblacional, ya que nos informan sobre cómo la contaminación afecta al cerebro fetal y de su vulnerabilidad ante exposiciones ambientales», señala Laura Gómez-Herrera, investigadora de ISGlobal y coautora principal del estudio.

El equipo de investigación destaca la necesidad de realizar más estudios para confirmar estos hallazgos y estudiar sus posibles consecuencias a largo plazo. «Por ahora, solo podemos confirmar que hemos observado diferencias en los cerebros de los fetos con mayor exposición a la contaminación en comparación con aquellos con menor exposición. Necesitamos más investigaciones para determinar si estos efectos se revierten o persisten tras el nacimiento, y si tienen implicaciones en los resultados del neurodesarrollo en etapas posteriores», subraya Jordi Sunyer, autor sénior del estudio.

A pesar de las incertidumbres que aún existen, este estudio podría tener importantes implicaciones para la política de salud pública. «Nuestros resultados refuerzan la evidencia sobre la necesidad de minimizar la exposición de las mujeres embarazadas a la contaminación del aire, especialmente en entornos urbanos», afirma Yu Zhao, investigadora de ISGlobal y coautora principal del estudio.

Referencia:

Laura Gómez-Herrera, Yu Zhao, Ioar Rivas, Elisenda Eixarch, Carla Domínguez-Gallardo, Toni Galmes, Marta Muniesa, Maria Julia Zanini, Alan Domínguez, Marta Cirach, Mark Nieuwenhuijsen, Xavier Basagaña, Xavier Querol, Maria Foraster, Mariona Bustamante, Jesus Pujol, Mireia Gascon, Elisa Llurba, María Dolores Gómez-Roig, Payam Dadvand, Jordi Sunyer. Air pollution and foetal brain morphological development: a prospective study. The Lancet Planetary Health, Vol 9, June 2025. https://doi.org/10.1016/S2542-5196(25)00093-2


Identifican cambios estructurales en el cerebro hasta quince años antes de los síntomas del Alzheimer en personas con síndrome de Down

Un estudio liderado por el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) ha logrado describir, por primera vez con detalle, la evolución estructural de las regiones del lóbulo temporal medial (LTM) a lo largo de las distintas fases clínicas de la enfermedad de Alzheimer en personas con síndrome de Down. Los resultados, publicados en la revista Brain, revelan que la pérdida de volumen y de grosor cortical en estas regiones puede comenzar entre 13 y 15 años antes del inicio de los síntomas, lo que representa un avance significativo en el campo del diagnóstico precoz y el diseño de ensayos clínicos preventivos.

El estudio se basa en una amplia cohorte de 259 adultos con síndrome de Down y 138 controles euploides (personas sin síndrome de Down), todos ellos evaluados mediante resonancia magnética de alta resolución, análisis de biomarcadores en líquido cefalorraquídeo y una caracterización clínica y neuropsicológica detallada. Es el primero en mapear de forma sistemática la trayectoria de las subregiones del LTM —incluyendo el hipocampo anterior y posterior, la corteza entorrinal, el parahipocampo y las áreas de Brodmann 35 y 36— en relación con el deterioro cognitivo y los marcadores biológicos de la enfermedad.

«Elegimos centrarnos en el lóbulo temporal medial porque es una de las primeras regiones afectadas por la acumulación de ovillos neurofibrilares de tau, una de las dos patologías clave del Alzheimer», explica el Dr. Alexandre Bejanin, del grupo de Neurobiología de las Demencias del IR Sant Pau y coordinador del estudio. «Además, estas regiones están implicadas en funciones como la memoria episódica y la orientación espacial, que se alteran precozmente en la enfermedad».

Un modelo ideal para estudiar el inicio del Alzheimer

Las personas con síndrome de Down tienen una predisposición genética única: la sobreexpresión del gen APP debido a la triplicación del cromosoma 21 conduce a una sobreproducción de proteína beta-amiloide (Aβ), lo que las convierte en un modelo genético natural del Alzheimer. Se estima que más del 90 % de esta población desarrollará esta enfermedad a lo largo de su vida.

Esta singularidad genética permitió a los investigadores utilizar la edad de los participantes como una estimación del tiempo hasta el inicio de los síntomas (Estimated Years to Onset, EYO), estableciendo un marco temporal objetivo para estudiar los cambios cerebrales previos a la demencia. Según sus cálculos, el punto de inflexión en la degeneración estructural se produce entre los 15 y 9 años antes respecto a la edad media de aparición de síntomas.

«Este enfoque nos permitió observar que la corteza entorrinal y el hipocampo posterior son las primeras regiones en mostrar pérdida estructural, incluso antes de la aparición de síntomas», señala Alejandra Morcillo-Nieto, también investigadora del grupo de Neurobiología de las Demencias y primera coautora del estudio. «Además, algunas regiones como el parahipocampo muestran inicialmente un engrosamiento cortical, posiblemente reflejo de procesos inflamatorios o compensatorios, antes de iniciar su fase de atrofia, aunque esta es una hipótesis que se debería confirmar con otros estudios».

Neuroimagen de alta precisión y biomarcadores

El trabajo se enmarca en la iniciativa Down-Alzheimer Barcelona Neuroimaging Initiative (DABNI) y utilizó imágenes de resonancia magnética adquiridas en dos hospitales de Barcelona, el Hospital de Sant Pau y el Hospital Clínic. Para la segmentación automatizada de las subregiones del LTM, se empleó el software ASHS-T1, validado previamente en poblaciones con Alzheimer. Este sistema permite segmentar no solo el hipocampo anterior y posterior, sino también estructuras corticales clave como la corteza entorrinal, las áreas de Brodmann 35 y 36 (que incluyen la corteza transentorhinal) y el parahipocampo. Además, se utilizó un algoritmo complementario (CRASHS) para modelar el grosor cortical con mayor precisión superficial.

«No usamos imágenes novedosas en sí, sino técnicas avanzadas de análisis sobre imágenes estándar que se obtienen habitualmente en clínica», destaca el Dr. Alexandre Bejanin. «Lo que hicimos fue aplicar un software de segmentación específico que permite cuantificar con gran precisión estas regiones del lóbulo temporal medial, algo que no se había hecho antes en el contexto del síndrome de Down».

Los investigadores normalizaron los volúmenes y grosores mediante puntuaciones ajustadas por edad, sexo y volumen intracraneal, y armonizaron los datos de diferentes escáneres con el método ComBat. La calidad de las imágenes fue verificada mediante análisis automático (CAT12) y evaluación visual por parte de expertos.

En paralelo, se analizaron muestras de líquido cefalorraquídeo de 243 participantes con síndrome de Down, determinando los niveles de Aβ42/40, tau fosforilada en la posición 181 (pTau181) y neurofilamento de cadena ligera (NfL). Los investigadores correlacionaron estos biomarcadores con las medidas estructurales obtenidas por imagen.

Progresión topográfica y valor predictivo

El análisis reveló una progresión anatómica ordenada de la atrofia, coherente con el patrón clásico de propagación de tau. La corteza entorrinal fue la primera región en mostrar un punto de inflexión en su grosor cortical (EYO = -15,7 años), seguida del hipocampo posterior (EYO = -13,5), Brodmann 35 (-13), el hipocampo anterior (-11,5), el parahipocampo (-9,8) y Brodmann 36 (-9).

El volumen del hipocampo posterior mostró una correlación especialmente fuerte con todos los biomarcadores del líquido cefalorraquídeo: positiva con Aβ42/40 y negativa con pTau181 y NfL. De todas las estructuras estudiadas, esta región también fue la más eficaz para distinguir a personas asintomáticas de aquellas con síntomas clínicos, con una precisión del 86,3 %. Cuando se integró en un modelo multivariante con la edad, pTau181 y el grosor del parahipocampo, la precisión diagnóstica se elevó hasta un 96,4 %.

«Nuestros datos indican que la resonancia magnética estructural no solo permite detectar cambios tempranos, sino que puede complementar eficazmente los biomarcadores líquidos en la predicción del estado clínico», destaca Benjamin Buehner, primer coautor del estudio. «Esto es especialmente relevante en síndrome de Down, donde las pruebas cognitivas pueden verse limitadas por el nivel de discapacidad intelectual de base».

Implicaciones para la investigación y los ensayos clínicos

Este estudio proporciona por primera vez un mapa detallado de cómo se afecta el lóbulo temporal medial en la enfermedad de Alzheimer en síndrome de Down, y sitúa el inicio de los cambios estructurales más de una década antes de la manifestación clínica. Esta información es crítica para el diseño de futuros ensayos terapéuticos que busquen intervenir en fases preclínicas y prevenir la neurodegeneración.

Los autores subrayan que, aunque el diseño transversal impide establecer una secuencia temporal causal, la homogeneidad genética del síndrome de Down y la fiabilidad del modelo EYO otorgan una solidez excepcional a los hallazgos.

El trabajo ha contado con la colaboración de más de veinte centros e instituciones nacionales e internacionales, entre ellos el Hospital Clínic de Barcelona, la Universidad de Barcelona, el Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Neurodegenerativas (CIBERNED), la Universidad de Pennsylvania y el INSERM francés.

Artículo de referencia:

Buehner BJ, Morcillo-Nieto AO, Zsadanyi SE, Rozalem Aranha M, Arriola-Infante JE, Vaqué-Alcázar L, Arranz J, Rodríguez-Baz Í, Maure Blesa L, Videla L, Barroeta I, Del Hoyo Soriano L, Benejam B, Fernández S, Sanjuan Hernandez A, Bargalló N, González-Ortiz S, Giménez S, de Flores R, Yushkevich PA, Alcolea D, Belbin O, Lleó A, Carmona-Iragui M, Fortea J, Bejanin A. Medial temporal lobe atrophy in Down syndrome along the Alzheimer’s disease continuum. Brain 2025. https://doi.org/10.1093/brain/awaf133


Una revisión aborda una línea emergente de investigación en el hipopituitarismo centrada en el papel de la oxitocina

Dra. Anna Aulinas

Una revisión científica, a cargo de la Dra. Anna Aulinas, coordinadora de la Unidad Funcional de Enfermedades Hipofisarias en el Hospital de Sant Pau e investigadora en el grupo de Enfermedades de la Hipófisis en el Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau), conjuntamente con la Dra. Elizabeth Lawson, profesora de la Harvard Medical School, aporta una nueva perspectiva sobre el hipopituitarismo. En ella se pone el foco en un aspecto hasta ahora poco considerado: la posible deficiencia de oxitocina en estos pacientes.

La revisión, titulada “The Oxytocin System and Implications for Oxytocin Deficiency in Hypothalamic-Pituitary Disease”, ha sido publicada en Endocrine Reviews, una de las revistas internacionales más prestigiosas en el ámbito de la endocrinología. Además de ser pionera en la temática, ha sido reconocida por la propia revista como revisión destacada de la semana, una distinción reservada a los trabajos con mayor relevancia e impacto potencial dentro de la comunidad científica.

Una hormona clave más allá del parto y la lactancia

La oxitocina es una hormona producida en el hipotálamo y secretada por la hipófisis posterior, tradicionalmente conocida por su papel en el parto y la lactancia. Sin embargo, estudios recientes han evidenciado que también desempeña un papel central en la regulación de la ingesta, la composición corporal, la salud ósea, la actividad cardiovascular, las emociones y los vínculos sociales.

La revisión recoge, por primera vez de forma exhaustiva, datos que apuntan a una posible deficiencia de oxitocina en personas con daño hipotalámico y/o hipofisario —por causas como tumores, cirugías, radioterapia o enfermedades inflamatorias—, que podría contribuir a una parte de los síntomas persistentes de estos pacientes, a pesar del tratamiento sustitutivo hormonal convencional.

Una nueva entidad clínica en estudio

El concepto de deficiencia de oxitocina en el hipopituitarismo aún no está plenamente reconocido, pero está emergiendo como una entidad clínica con características propias. A través del análisis de la literatura existente, la revisión identifica indicios que correlacionan esta deficiencia con una peor calidad de vida, alteraciones psicosociales, tendencia a la obesidad o fragilidad ósea, entre otros.

Aunque algunos pacientes han empezado a recibir oxitocina como terapia experimental en entornos clínicos muy controlados, las autoras subrayan que se necesitan más estudios antes de poder recomendar su uso generalizado. En particular, es urgente desarrollar pruebas diagnósticas específicas para detectar la carencia de oxitocina, así como evaluar la seguridad y eficacia de los tratamientos en ensayos clínicos bien diseñados.

Un paso adelante hacia una visión más integral del hipopituitarismo

La revisión concluye que integrar la oxitocina en el conjunto de hormonas a tener en cuenta en el hipopituitarismo puede representar un cambio de paradigma en el abordaje de estos pacientes. La propuesta es clara: cuando hay síntomas que no mejoran con la terapia sustitutiva habitual, tal vez sea necesario mirar más allá y considerar también la función de la neurohipófisis.

Según la Dra. Aulinas, «la deficiencia de oxitocina podría explicar parte del sufrimiento invisible de estos pacientes. Reconocerla abre la puerta a una nueva vía de investigación y, en el futuro, a un abordaje más completo y humano de su atención médica». El trabajo representa un punto de inflexión en la comprensión de los déficits hormonales “no clásicos” asociados al hipopituitarismo, e invita a replantear la manera en que se diagnostican y tratan estos trastornos complejos.

Artículo de referencia:

Aulinas A, Lawson EA. The oxytocin system and implications for oxytocin deficiency in hypothalamic-pituitary disease. Endocr Rev 2025. https://doi.org/10.1210/endrev/bnaf008


El Instituto de Investigación en la 18.ª Fiesta de la Ciencia

Este fin de semana, el Centro de Cultura y Memoria del Born ha sido el escenario de la 18.ª Fiesta de la Ciencia, un gran encuentro de todos los públicos con la ciencia y el conocimiento donde el Instituto de Investigación Sant Pau ha sido una de las entidades participantes, ofreciendo tres actividades que han cautivado a numerosas familias.

El sábado por la tarde, los visitantes pudieron disfrutar de una actividad dinámica y educativa para conocer cómo son y cómo funcionan el cerebro, el corazón y la sangre a través de modelos 3D a escala real y pósteres interactivos. Los niños y niñas tuvieron que enganchar las partes de los órganos identificando sus funciones para entender mejor estos tres pilares fundamentales del cuerpo humano. La actividad, dinamizada por Jorge Clusa, responsable de divulgación del Instituto de Investigación Sant Pau, gustó mucho a los más pequeños.

El domingo al mediodía, Marta Cano y Romina Miranda, investigadoras del grupo en salud mental del Instituto de Investigación Sant Pau, invitaron también a los más jóvenes a explorar las estructuras del cerebro y sus funciones montando un puzle de papel en 3D de este órgano. Los asistentes también se divirtieron mucho participando en un original bingo cerebral donde cada jugada revelaba una curiosidad sobre el cerebro humano.

Para cerrar la fiesta, el domingo por la tarde, el Dr. Robert Belvís, la Dra. Noemí Morollón, el Dr. Juan Aibar, profesionales de la Unidad de Cefaleas y Neuralgias del Hospital de Sant Pau, con el apoyo de Iago Andreu, ingeniero clínico del Dimension Lab del hospital, exploraron la complejidad de la neurocirugía. Los asistentes que nos acompañaron descubrieron cómo la tecnología ayuda a planificar operaciones con más precisión y seguridad, y pudieron vivir una experiencia inmersiva probando unas gafas de realidad virtual.

El Instituto de Investigación Sant Pau agradece a todos los que han hecho posible este éxito, tanto a los organizadores como a los participantes, que han contribuido a hacer de esta Fiesta de la Ciencia una edición memorable.


Un estudio en adultos con complejo de esclerosis tuberosa revela una alta carga de síntomas neuropsiquiátricos no tratados

Investigadores del Instituto de Investigación Sant Pau (IR Sant Pau) han publicado en la revista Epilepsy & Behavior un estudio que documenta una elevada frecuencia de síntomas neuropsiquiátricos en adultos con complejo de esclerosis tuberosa (CET), una enfermedad genética minoritaria, multisistémica y de expresión clínica muy variable. Esta patología afecta fundamentalmente al sistema nervioso, aunque también compromete a otros órganos como los riñones, el corazón, la piel o los pulmones.

El trabajo, que analiza detalladamente el perfil cognitivo y emocional de 28 pacientes adultos con diagnóstico confirmado de CET y sin discapacidad intelectual severa, pone en evidencia una necesidad asistencial aún desatendida. Aunque la mayoría de los participantes presenta alteraciones emocionales, cognitivas o conductuales significativas, solo una minoría ha accedido a atención especializada en salud mental.

Entre los síntomas más habituales destacan los cambios de humor, detectados en el 80 % de los casos, la timidez excesiva, presente en el 70 %, y los trastornos del sueño y de la atención, que afectan al 60 %. Además, la mitad de los pacientes manifestaba baja autoestima. Pese a esta carga sintomática, solo cuatro personas —un 14 % del total— habían recibido atención psiquiátrica o psicológica. «Nuestros pacientes tienen muchos problemas en estas esferas neuropsiquiátricas, pero no consultan por este motivo. Y desgraciadamente tampoco tenemos nosotros la manera de poder hacer un seguimiento más estrecho, porque hay tantas carencias en el tema de la salud mental que al final es una necesidad no cubierta», explica la Dra. Alba Sierra, investigadora del grupo de Epilepsia del IR Sant Pau, neuróloga del Hospital Sant Pau y autora correspondiente del estudio.

Origen genético y manifestaciones variables

El CET está causado por mutaciones en los genes TSC1 o TSC2, que provocan una activación anómala de la vía mTOR, dando lugar a la formación de hamartomas. Estas masas benignas, compuestas por células normales, pero desorganizadas, pueden desarrollarse en diferentes órganos. Cuando afectan al sistema nervioso central, pueden provocar epilepsia, discapacidad intelectual y trastornos neuropsiquiátricos.

Aunque el papel de la epilepsia ha sido ampliamente investigado, los síntomas emocionales y cognitivos, conocidos como TAND (TSC-Associated Neuropsychiatric Disorders), han recibido menos atención, especialmente en adultos. «La gravedad de la enfermedad es muy variable: hay personas con afectación leve que se diagnostican en la edad adulta casi por azar, y otras con epilepsia grave, discapacidad intelectual y afectación en múltiples órganos. Por eso incluimos un rango de edad amplio, entre 18 y 65 años. Es una enfermedad que puede manifestarse en cualquier momento de la vida», señala la Dra. Sierra.

Evaluación clínica y neuropsicológica completa

La investigación combinó una evaluación clínica con una batería neuropsicológica exhaustiva. Todos los pacientes efectuaron pruebas estandarizadas de inteligencia (WAIS-IV) y cribado cognitivo (MoCA), además de escalas específicas para valorar ansiedad, depresión, calidad de vida y percepción subjetiva de salud. Se utilizó también el listado TAND-L, que permite detectar síntomas en distintas esferas, desde el comportamiento hasta las habilidades académicas. A nivel clínico, se consideraron antecedentes de epilepsia, espasmos infantiles, hallazgos en resonancia magnética y electroencefalograma, así como el perfil genético cuando estaba disponible.

Más allá de la epilepsia: factores asociados a mayor afectación

Los resultados mostraron una clara asociación entre la gravedad y duración de la epilepsia y un menor rendimiento cognitivo. También se observaron correlaciones significativas con otros factores clínicos. Por ejemplo, los pacientes con antecedentes de espasmos infantiles o con mutaciones en el gen TSC2 presentaban un perfil cognitivo más deteriorado y mayores dificultades emocionales y académicas. Asimismo, la localización de hamartomas en los lóbulos frontal y parietal del cerebro se asoció con alteraciones en el comportamiento, el aprendizaje y otras funciones cognitivas específicas.

«Vimos que no solo la epilepsia condiciona la evolución de estos síntomas. La genética y la localización de los hamartomas cerebrales también están implicados. El impacto es multifactorial», subraya la doctora.

Coordinación entre especialidades: una necesidad estructural

Más allá de los resultados clínicos, el estudio invita a reflexionar sobre el modelo asistencial que se aplica a estos pacientes. Tradicionalmente, las consultas de neurología se han centrado en el control de las crisis epilépticas, sin abordar de forma sistemática los síntomas neuropsiquiátricos. «Vamos muy enfocados hacia los síntomas puramente neurológicos y a lo mejor estos otros problemas, que afectan directamente a su calidad de vida, no los hemos ido explorando tanto. Esta investigación pone el foco precisamente en esa necesidad de mirar más allá de las crisis», añade la Dra. Sierra.

En línea con esta visión integral, el equipo insiste en la necesidad de una atención multidisciplinar. El CET no afecta únicamente al cerebro, sino que puede generar complicaciones graves en órganos vitales, como insuficiencia renal, alteraciones cardíacas o enfermedad pulmonar. «El seguimiento debe ser integral. Una enfermedad con afectación sistémica como esta necesita que los especialistas trabajen de forma conjunta. Es la única manera de ofrecer una atención de calidad», concluye la Dra. Sierra.

Perspectivas futuras: hacia un seguimiento longitudinal

El estudio abre la puerta a futuras investigaciones que permitan seguir la evolución de estos síntomas a lo largo del tiempo. Estudios longitudinales ayudarían a entender mejor cómo se modifican las alteraciones neuropsiquiátricas con la edad y facilitarían el desarrollo de estrategias de intervención más eficaces y personalizadas.

Artículo de referencia:

Toscano-Prat C, García-Sánchez C, Ros-Castelló V, Barguilla-Arribas A, Saladich IG, Rodríguez-Clifford K, Torra-Balcells R, Boronat S, Sierra-Marcos A. Cognitive and neuro-psychiatric profile in adult patients with epilepsy secondary to Tuberous Sclerosis Complex. Epilepsy Behav 2025;166:110380. https://doi.org/10.1016/j.yebeh.2025.110380


Sant Pau se proclama campeón de los BCN Salut Games 2025

El Institut de Recerca Sant Pau y el Hospital de Sant Pau, que han participado, un año más, conjuntamente en los BCN Salut Games, la olimpiada solidaria del sector de la salud y la investigación, se han proclamado campeones de una edición que este año ha contado con un total de 5.435 participantes de 51 centros diferentes.

Más de 400 profesionales del Hospital de Sant Pau han vuelto a participar en este evento deportivo en el que Sant Pau ha terminado en primera posición, seguido del Hospital Clínic y de Sant Joan de Déu, que han ocupado la segunda y tercera posición respectivamente.

El objetivo de esta olimpiada solidaria es fomentar la práctica de ejercicio físico y los hábitos saludables en el ámbito sanitario, así como promover la cohesión, la convivencia y la motivación dentro de los centros, así como entre las diferentes entidades participantes.

Además, Sant Pau ha recaudado este año un total de 2.597 € en forma de donación solidaria por parte de los diferentes profesionales participantes, unos fondos que se destinarán a la Fundación Kàlida, un centro de apoyo para personas con cáncer que acoge y acompaña a quienes están pasando o han pasado por un proceso oncológico, así como a su entorno más cercano: familiares, cuidadores, amigos…

Próximamente, la organización de los BCN Salut Games hará entrega a la Dirección de Sant Pau del trofeo que lo acredita como campeón de la edición 2025. Por su parte, la Fundación Kàlida recibirá el cheque solidario con los fondos recaudados por parte de la Dirección de Sant Pau.


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